Durante la última legislatura el jefe de la oposición se pasó todas las comparecencias del Gobierno diciendo que España necesitaba credibilidad y un hombre capaz de hacer un cambio de rumbo que diera confianza a los mercados.
Aunque aún sea pronto, basta un botón para tener la muestra de la realidad del cambio de rumbo. La crisis la pagaremos quienes menos culpas tenemos.
La promesa de revalorización de las pensiones, que debería ser de un 2,9%, se queda en un 1%.
Y la de no tocar los sectores más sensibles, en burla, porque por primera vez en la Unión Europea se congela el SMI, que entre otras cosas esta entre los tres más bajos de los 27 países de la Unión y afecta principalmente a los jóvenes. Si esta y la de los mini sueldos a 400 euros, es la fórmula para incentivar la creación de empleo joven, me da la impresión de que solo conseguirá un futuro muy oscuro para los jóvenes, que deberán seguir siendo mantenidos por sus padres, ya que con su trabajo solo podrán pagarse los gastos del fin de semana.
La congelación de sueldos a los funcionarios y de la convocatoria de empleo público, nos lleva directamente a una disminución de los servicios públicos, que pagamos como contribuyentes, y será imposible de aguantar.
Y si este año 2011 ha sido negro para la economía, la confianza que tanto predicaban nuestros actuales Gobernantes está por los suelos. La prima de riesgo sube, la bolsa baja y el mismo Ministro de Economía dice que nuestro país entrara en recesión, algo parecido a Grecia, lo que siendo tan malo como decían, consiguió evitar el anterior Gobierno.