Se me hacía tarde para dar una clase e iba con el tiempo justo, cuando de repente me encuentro con un cartel enorme. Tal fue la impresión que me causó, que no me pude contener para sacarle una fotografía. En la próxima rotonda que me encontré, di la vuelta y me paré enfrente. Antes de sacar la instantánea, volví a leer lo que ponía, porque mis ojos no daban crédito a semejante reclamo. El anuncio estaba dividido en dos partes. A un lado figuraba la fotografía de la cara de un Cristo yacente y el resto el siguiente texto del que omito detalles.
“500 años de fe y devoción.
AHORA, Á‰L TE NECESITA
Contribuye a la restauración de la imagen del……
Haz tu donativo
Infórmate en…..
Tu ingreso en oficinas de …”
Y firma la invitación la cofradía pertinente
La primera reacción que tuve fue con una mano coger el volante y la otra, en la cabeza. Todavía estoy preguntándome, a quién o quiénes se les ocurrió semejante idea.
No quiero ofender la religiosidad de nadie, ni a ningún pueblo porque en este tipo de asuntos, alguien se lo puede tomar muy mal, por aquello de que los símbolos son más importantes, con mucha frecuencia, que los seres vivos. Una bandera, una imagen, una estatua que sean representativos de una determinada ciudad o pueblo, pueden ser causa de linchamiento. Así que, por si acaso, me curo en salud y simplemente quiero opinar y expresar mis sentimientos como creyente, que, dicho sea de paso, están heridos
¿Cómo es posible que en los tiempos en que estamos de crisis y de paro, a la gente que lo está pasando realmente mal, sin vivienda, sin trabajo, sin poder llegar a final de mes, se le pueda decir que Cristo la necesita porque su imagen representativa está deteriorada? ¿Estamos locos y hemos perdido el norte? O ¿se ha regresado, efectivamente, a la Edad Media, rememorando situaciones, olvidadas y enterradas?
Es que después de 500 años de fe y devoción, ¿no se ha entendido el mensaje de Jesús, precisamente ahora que está cerca la Navidad?
¿Tanto portal de Belén, arbolito, alharaca, villancico y campanita para no entender lo básico?
Para un cristiano y un creyente (a todo bicho viviente de esta parte del mundo, nos metieron eso en la cabeza hasta la saciedad), Navidad es recordar o rememorar la encarnación de un Dios que era lejano, un terrible desconocido, casi inexistente, por medio de Jesús de Nazaret.
¿Se sabe el significado y el sentido de esta palabra? Me da que no. Y evidentemente, no lo voy a decir por aquí. Así que simplemente, me voy a limitar a expresarlo desde el sentido común.
Está claro que los organizadores de esta iniciativa, no se han percatado para nada ni lo han tenido en cuenta que un ser humano es más importante que una imagen de madera y precisamente no están los tiempos para “reparar” un objeto, aunque tenga 500 años de devoción.
Más claro todavía que por muchos devotos que tenga, también es verdad que el reclamo, en sitio público por cierto, puede herir la sensibilidad del o de la que está mas tieso que la “mojama”, con lo cual se conseguirá el efecto contrario al que se pretende. Me parece perfecto que lo pongan en los templos católicos pero en la calle, no es de recibo.
No veo tampoco que lo tengan claro, los responsables y gestores eclesiásticos (obispo y demás) que se supone, tienen más formación porque si tuvieran un poco de cordura y sensatez, ese cartel duraría lo que un caramelo a la puerta de una escuela.
Y más claro lo tengo yo. No pienso donar siquiera un euro para ese “escandaloso e indignante proyecto” porque Cristo, el de madera, no me necesita a mí, en tal caso, me necesitará el de carne y hueso. Y a los dos, a mí que doy y el otro que recibe, necesitaremos siempre de Á‰l.