Una cruzada, en estos tiempos, sólo la entiendo como campaña por la consecución urgente de una Nueva Evangelización.
El agnosticismo, el ateísmo y el librepensamiento, como la cultura, la ciencia y la tecnología, no han sido capaces de darle respuestas al hombre en su afán de encontrarle sentido a su vida que, al negar a Dios, la ha revestido de relativismo y mediocridad.
¿Qué es el agnoticismo, qué es ser ateo y qué librepensamiento?
El agnosticismo es “una actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia”. Ateo, “el que niega la existencia de Dios”. Librepensamiento es “doctrina que reclama para la razón individual independencia absoluta de todo criterio sobrenatural”.
Son definiciones que encuentras en el diccionario de la Real Academia Española.
Todas estas posiciones, amén las de otras filosofías, las que hacen de la ciencia y la tecnología dioses modernos, no han sido capaces de darle respuestas al hombre que, cada día, se siente más vacío y falto de trascendencia, sumido en relativismo y mediocridad. Y es que una vida sin Dios, es una vida que no encuentra razón de ser, es superficial.
Los jóvenes en Madrid demostraron su catolicismo, el estar dispuestos a ser los nuevos apóstoles del siglo XXI y a emprender una nueva evangelización, la que viene proponiendo el Santo Papa, Benedicto XVI.
El Sumo Pontífice demostró en la capital española ser el único líder mundial capaz de aglutinar millones de personas. El es sabio y sabe que, para los problemas actuales, con sus dramáticos y diversos escenarios que presenta el mundo, solo hay una respuesta: fidelidad radical al Evangelio de Cristo.
Si a mí me llamaran conservador, por estar apegado al Evangelio de Cristo, a la patrística, al monacato, a la tradición cristiana y al Magisterio de la Iglesia Católica, lo aceptaría con sumo agrado, aunque yo no creo en eso de conservadores y progresistas, ni en izquierda ni derecha. El Evangelio de Cristo siempre es actual y responde a los tiempos. El catolicismo siempre será nuevo.
La Nueva Evangelización no puede ser entendida, sin incurrir en errores lamentables, por no calificarlo de otras maneras, como la creación de un nuevo evangelio.
El Santo Papa lo viene exponiendo acertadamente y sabe que es la respuesta al agnosticismo, al ateísmo y a la razón individual. Que es como la humanidad actual, el hombre concreto, va a encontrar una vida de trascendencia al amar a Dios y encontrar los fundamentos de una vida eterna. La verdadera y auténtica felicidad en medio del dolor y del sufrimiento, como nuestra pequeña parte del sacrificio en cruz de Jesucristo.
Estamos constatando como el catolicismo se está moviendo con energía, que solo el Espíritu Santo es capaz de dar, como lo ha hecho siempre cuando la Nave de Pedro parece naufragar. Ya Benedicto XVI acaba de anunciar cuál va a ser el tema de la nueva Jornada Mundial de Jóvenes en Río de Janeiro-2013 (Mateo 28, 19: vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos) y para octubre de 2012 será el Sínodo que, ya ha convocado para ser celebrado en Roma y cuyo tema será la Nueva Evangelización para la Transmisión de la Fe Cristiana. Ya circula la Lineamenta pertinente para tales efectos.