Permítanme los lectores la inmodestia de citar dos cartas mías escritas y publicadas hace más de tres años, concretamente los días 03 y 11.07.09 y tituladas: BARRENAS Y RAJOY y LAS ADVERTENCIAS DEL TESORERO, en las cuales se anticipaban algunas de las situaciones que cobran rabiosa actualidad en estos días. En la primera de ellas se mencionaba el siguiente párrafo: “A estas alturas, lo correcto sería que el propio Bárcenas , en evitación de causarle más daño a la imagen del Partido, solicitase el cese en el cargo y PP, hasta que se dicte sentencia. Ese empecinamiento absurdo a no dar el paso, ni se entiende ni se comparte, a no ser que tanto Mariano Rajoy, como otros miembros de la formación política conservadora, tengan “algo” importante que ocultar»
En la segunda, también son varios los comentarios que guardan relación con el enfrentamiento Bárcenas-PP, destacando los siguientes: “Cabría la posibilidad, cada vez menos descabellada, que tanto Mariano Rajoy como otros destacados miembros del PP, tengan “algo” importante que silenciar, temiendo que Bárcenas, perfecto conocedor de todo el entramado, en el momento de sospechar la pérdida de apoyo por parte de los suyos, tire de la manta y ese “algo”, le amargue el veraneo a más de uno…Tanto ocultismo no puede conducir a nada bueno».
Mención especial corresponde al siguiente: “Bárcenas está percibiendo cómo el círculo se estrecha en su contra, lo cual le está obligando a modificar su estrategia, abandonando el prudente silencio mantenido hasta ahora, pasando en principio al “capítulo de las advertencias”, para que nadie se equivoque”.
Y por último cuando dice: “que se siente muy tranquilo y son otros los que deberían preguntarse si lo están tanto…Esta última afirmación constituye una carga de profundidad tremenda y todo un aviso a navegantes. Bárcenas filtró y recordó que él ha sido el gerente de todos los presidentes y secretarios generales del partido, o sea, que domina a la perfección lo que merece o no saberse”
A estas alturas y tal como se están desarrollando los acontecimientos, ambición y corrupción en España, ya no son patrimonio de ningún partido político en particular ya que todos la padecen y ejercen por igual salvo excepciones. Los distintos casos que surgen y algo más… se los intercambian como cromos. Tal lacra afecta e infecta con independencia de ideologías, despertando desprecio, ira e indignación en progresión geométrica.
En los años previos a la crisis, cuando el dinero corría en abundancia para unos cuantos, las citadas ideologías carecían de importancia. Sólo había listos, muy listos y tontos, en función de los capitales que fueron capaces de acumular, por eso, a la hora de quejarse sobre los efectos de la crisis actual, existen ciertas capas sociales que sólo se lamentan para disimular, muchos de los cuales amasaron sus fortunas a la sombra de la corrupción. El dinero no se ha volatilizado sino que sigue el los bolsillos de ciertos españoles que supieron “aprovechar” el momento, como por ejemplo, L.B.
Al Partido Popular, dado el delicado momento que está pasando, quizá el peor de su historia, más lo que se le viene encima, le lloverán y abrumarán con todo tipo de acusaciones y sospechas. El PP, ética y moralmente está roto. Rajoy posiblemente ha mejorado su imagen en base a sus últimas declaraciones, pero sólo relativamente. En cualquier caso, el Presidente puede pedir y convencer a la ciudadanía de su honradez y honestidad, pero nunca responder de la pureza de todos los dirigentes del Gobierno y Partido. Siempre estará bajo sospecha de los sueldos “B”, que si en efecto llega a demostrarse fehacientemente la existencia de estas gratificaciones, ni alegar ignorancia o que nunca los percibió personalmente de nada le valdrá; su única salida sería presentar la dimisión.
Tras el discurso de Rajoy, fue muy comentado por parte de ciertos barones, lo desagradable que resultó, que no criticase, atacase, ni cuestionase el comportamiento del gerente y posterior tesorero del partido durante más 21 años. Como siempre, fue Esperanza Aguirre la que manifestó con gran realismo y sensatez las siguientes palabras “tenemos la sede sitiada, pero el problema no es los que gritan fuera, sino los nuestros que están desilusionados”. Se podrá decir de muchas maneras pero más claro, imposible.
No es de recibo que un gerente, tras amasar presuntamente una fortuna ilícita e insultante de 22 millones de euros, que según otras fuentes es superior, se permita el mantener, asustado y chantajeado, a todas las fuerzas vivas de un partido que con mayoría está gobernando España. Sin duda y de acuerdo con el criterio de muchos de sus dirigentes, Rajoy ya tendría que haberse querellado contra el cínico e imprevisible Bárcenas, tal como apunto la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, opinando que no hay nada que estudiar ni dilatar como proponía Dolores de Cospedal, sino actuar ya.
Si en efecto es cierto, como se ha comentado, que el tesorero grababa todo lo que consideraba de interés, como dirían los castizos, “mas de uno ya puede ir desnudándose”. De este peculiar personaje se pueden esperar las mayores barbaridades; estrategias que no dudará en utilizar si se ve acorralado. Hasta el momento, solo los más íntimos y en voz baja, se atreven a intercambiar información pero siempre haciendo referencia a terceras personas.
Lo que parece una imbecilidad a la que nadie encuentra justificación, es el compromiso adquirido por parte de Rajoy de poner a disposición de los españoles su declaración de Hacienda y Patrimonio. ¿Es que a algún ciudadano se le ocurriría pensar que en la declaración de un presidente de Gobierno va a deslizarse algún gazapo? ¡Por favor!, ya está bien de tomarle el pelo a personal.
Mire don Mariano, preocuparse, ocuparse, ser solidario y defender los intereses de su colegas es encomiable, pero eso no impide que igualmente lo haga de los españoles. Por desgracia, ya comienza a ser demasiado normal el comentario de: ¿Y si estos se tienen que marchar a quien votamos?