EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
De nuevo se ha reavivado por parte de la derecha su lucha contra el Estatut Catalá y una vez más se pone de manifiesto la hipocresía y el cinismo del Partido Popular tal y como sucedió antes y después de haberlo aprobado el Congreso y el Senado. Hablan de presión hacia el Tribunal Constitucional por parte de la prensa catalana por su editorial en defensa del Estatut y ya no recuerdan como desde el mismísimo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se hizo un estudio, sin haberlo solicitado el Congreso, en el cual se decía que 19 artículos eran inconstitucionales. Dicho estudio fue aprobado con los votos de los nueve vocales del PP y el del presidente, Francisco José Hernando. Cinco vocales del Consejo, tres de los nombrados por el PSOE, uno de IU y otro de CiU decidieron no participar en la votación. Hay que dejar bien claro que a más de no ser solicitado este estudio por el Congreso esta misma institución acordó en sesión plenaria celebrada el 22 de diciembre de 2005 que el CGPJ se abstuviera de verter opiniones o emitir informes sobre cuestiones ajenas a sus competencias. Si alguien dice que este estudio no fue elaborado para presionar o mediatizar al Tribunal Constitucional nos está llamando tontos a todos los españoles.
Hay que recordar las palabras que Piqué dijo a Rajoy el 24 de enero de 2006: “Yo no puedo mantener que el Estatuto rompe España”. O lo que el 2 de marzo de 2006 se dijo desde la plataforma Pacte per la Vida y la Dignitat que agrupa a 94 asociaciones religiosas que el Estatut “da luz verde a una posible legalización de la eutanasia o del suicidio asistido”. Por otro lado el PP andaluz aprobaba el Estatuto de Andalucía que contenía 42 puntos idénticos a los que recurrió el PP en el catalán. Se dijeron, y se siguen diciendo, un sinfín de barbaridades. No hay que olvidar que miembros destacados del PP, como Arias Cañete y Camps, se mostraron partidarios de modelo económico que propugna el Estatut de Catalunya.
Pero la cosa parece que ahora estriba en el término “nación”. A este respecto me voy a permitir incluir en este comentario parte de un artículo firmado por Juan Antonio Blay y publicado el 12 de marzo de 2006 en el diario Información de Alicante en el que sobre la palabra/concepto “nación” y sobre su constitucionalidad decía lo siguiente: “Al margen del debate hay que recordar, acudiendo a una documentación bastante elemental, que en el ordenamiento jurídico de Cataluña el término nación/nacional aplicado a diversos ámbitos ya existía como normalidad desde…1980. Ese año, la ley 1/80 del Parlament, aprobada por unanimidad (es decir, también entonces AP) declaraba que la fiesta “nacional” de Cataluña era el 11 de septiembre. Otra ley, la 1/93 en su artículo único establecía que el himno “nacional” de Cataluña es la canción popular “Els Segadors”, también aprobada por el PP de Vidal Quadras. Y así en más cuestiones. Y en Galicia, la de Fraga, ya un decreto extraordinario de la Xunta, de 10 de julio, acordaba declarar “·Día Nacional de Galicia” el 25 de ese mes de cada año. También en Baleares, donde la ley 3/86 de 29 de abril, habla, a la hora de desarrollar el artículo 3 de su estatuto, de la necesidad de “comprometer” a los ciudadanos en la extensión de la lengua catalana “componente esencial de la identidad nacional de las Islas Baleares. Gobernaba Cañellas de AP”. Hasta aquí parte del mencionado artículo que creo que es más que clarificador y nos da la medida exacta de la oposición de bronca continúa que está llevando a efecto el Partido Popular. Es decir, desde el romper por romper y también desde la más pura y dura intolerancia.