EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
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Se llama Federico Trillo, y ostenta el cargo orgánico dentro de su partido, el PP, de Coordinador de Libertades. La verdad sea dicha es que la designación no ha sido muy afortunada que digamos, pero también es cierto que poco se puede esperar de la derecha en materia de libertades, aunque pensándolo bien el nombre es bastante neutro, pues no queda muy claro si se trata de defender y salvaguardar las libertades o de restringirlas.
El caso es que el pasado día 19 el PP celebró un acto electoral en la ciudad de la sal, Torrevieja” y a ella acudieron Camps y Federico Trillo. A la salida del local donde se celebró el acto se encontraron con una veintena de personas que profirieron gritos contra Camps tales como “¡Váyase señor Camps!” o “Basta de imputados”. Esto es algo que no puede extrañar a nadie, la gente es libre de expresarse ante los políticos y por lo que la prensa publicó a este respecto no fueron insultantes los gritos. No todo van a ser aplausos, vítores y palmaditas en la espalda. Cuando las cosas vienen mal dadas hay que saber encajar y aguantar eso es algo que guarda estrecha relación con su condición de políticos y con el sueldo que cobran proveniente de los impuestos que pagan los contribuyentes. El que no quiera polvo que no vaya a la era.
Pero el resultado de todo esto es que muy posiblemente, el Coordinador de Libertades del Partido Popular, Federico Trillo, pensara que eso era tomarse demasiadas libertades y le hizo una “peineta” a los que se manifestaban en contra de Camps, vamos que puso tieso el “dedito” y se lo mostró a los que protestaban. No entiendo esta actitud de Trillo en tanto en cuanto es muy normal lo que ocurre con Camps ya que hasta el prestigioso diario norteamericano New York Times, refiriéndose al caso de las manifestaciones de los llamados “indignados” ha puesto como razón lo siguiente: “”el caso de Francisco Camps, en la Comunidad Valenciana simboliza a la perfección las frustraciones de unos ciudadanos que ven como un político acusado de corrupción accederá con toda probabilidad al poder, beneficiado por un sistema político y de partidos que, dicen, favorece a los mayoritarios”. Esto fue publicado en el periódico Información y en la prensa nacional y regional el pasado día 20.
Este gesto de Trillo, aunque él declaró posteriormente que iba dirigido a un amigo, por lo visto saluda en público a los amigos de este modo, es un gesto inadmisible, grosero, de maleducado, de irresponsable, de falta de respeto y de intolerante y sobre todo impropio de un político que ha ocupado el cargo de ministro de Defensa y la presidencia del Congreso de los Diputados y que lleva no sé cuantos años de diputado nacional. Ya va siendo hora de que alguien llame a capitulo a este “señorito” y lo ponga de patitas en la calle. La imagen de los políticos ganaría mucho si esto se hiciera.
En cualquier caso habría que decirle a este personajillo que la próxima vez en vez de mostrarlo, se meta el dedito en lo más recóndito de su anatomía.