Lo cierto es que el estado de ánimo de cualquier persona cambia de forma notable a lo largo de la semana. Por ejemplo, es habitual que cualquier trabajador sienta mayor pereza o apatía el lunes a la hora de emprender la semana y romper con el descanso propio del sábado y el domingo donde cualquier persona siente una mayor alegría y mayor receptividad hacia el disfrute del tiempo de ocio y las relaciones sociales.
El descanso sólo adquiere su sentido en relación con el trabajo puesto que aunque a nivel utópico, algunas personas sueñan con vivir de vacaciones eternamente, lo cierto es que la inactividad no conduce a la felicidad sino que a largo plazo causa frustración, sufrimiento y dolor como bien experimenta cualquier desempleado que lleva mucho tiempo en la búsqueda de un empleo.
El fin de semana es tiempo del descanso en la empresa aunque también es verdad, que existen algunas profesiones en las que también se trabaja en fin de semana, como es el caso, por ejemplo, de la hostelería. En cualquier caso, cada persona debe de disfrutar de su propio calendario para trabajar desde la motivación.
Hoy día, existen personas con una gran dependencia hacia el trabajo de tal forma que no pueden desconectar del correo electrónico o del teléfono móvil de la oficina ni siquiera en tiempo de descanso. Esta actitud lejos de ser positiva produce agotamiento psicológico a largo plazo puesto que aunque el trabajo es muy gratificante no debemos olvidar que cualquier persona debe sentirse realizada en el terreno profesional y también personal. Es decir, nadie debe descuidar sus vínculos familiares, amistosos y de pareja.
El invierno y el efecto que producen las bajas temperaturas sobre el estado de ánimo también son palpables puesto que durante el verano o la primavera cualquier persona siente una mayor receptividad a la hora de realizar planes en contacto con la naturaleza puesto que las horas de luz solar fomentan la alegría. Pero es esencial combatir la apatía y la pereza propia del invierno para disfrutar de una gran calidad en el tiempo de ocio gracias a planes como por ejemplo, ir al cine, acudir al teatro, visitar una exposición, hacer deporte y quedar con los amigos. El descanso del fin de semana es clave para prevenir el estrés del trabajo.
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