Estamos viviendo una época que podría considerarse como el “despertar de un pueblo”. Los ciudadanos y ciudadanas no están para nada de acuerdo en tener que pagar una crisis económica de la que cada día vamos conociendo nuevos detalles que nos iluminan sobre cómo se enriquecían algunos políticos, emprendiendo trabajos públicos que buena parte de las veces quedaban sin hacer, otras a medias y otras han quedado como “Monumentos a la Imbecilidad”, pero todo esto proporcionaba pingues porcentaje a los políticos que debían dar el visto bueno, para que los pagaran los contribuyentes; de aquí el enorme déficit de las administraciones públicas, principalmente de las Comunidades Autónomas. Y no nos resignamos y salimos a las Calles por millones, pidiendo Justicia, y debe oírse bien los gritos porque algunos jueces están haciendo un buen trabajo.
Quienes peor los tienen son los tertulianos presentes en los debates de todas las televisiones y escribiendo en toda la Prensa amiga, para hacernos creer que estamos hartos de comida, cuando cada mañana, casi dos millones de niños no tienen un mendrugo de pan para desayunar, según las ONG,s.
Darwin, era un acérrimo defensor de una de sus teorías: El comportamiento animal es asimilable al comportamiento humano, y exponía una de sus observaciones: Cuando un perrito pequeño se encuentra con otro muy grande, no para de ladrar intentando hacer valer una superioridad que no tiene. El grande, con un solo ladrido demoledor, hace que el pequeño se marche con el rabo entre las piernas. Está misma escenificación de la teoría de Darwin la podemos ver en cada programa de debate televisivo, solo que en este caso quienes nos marchamos asqueados somos los televidentes, apagando el televisor, y rumiando que parte de los tertulianos solo son vividores de la política y, en algunos casos, colaboradores activos del enorme déficit de las Comunidades autónomas que les mantuvieron en la dirección de programas ruinosos y sin audiencia entre otras cosas causa de la crisis ¿Cómo no van a defender a ultranza los indefendible, si les va en ello su estatus de vida? Se olvidan de algo esencial: que los tiempos del 64% de analfabetismo ya se quedaron atrás y, por suerte, los españoles saben comprender la realidad de lo que está pasando y defender sus derechos.