Hace unos días, en una entrevista televisiva, el que fuera presidente de la Junta de Extremadura durante 24 años, que conoce muy bien las inquietudes de la Juventud, ya que al apartarse de la política volvió a dar clase en la Universidad, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, decía algo que personalmente me hizo reflexionar seriamente: España es un país muy voluble y necesita cada 40 años realizar cambios que le devuelva el sosiego y la tranquilidad durante otros 40 años. En su opinión el Príncipe debería hacer lo que hiciera su padre desde la muerte del Dictador hasta que se le dio forma a la Constitución y buena parte de la Transición: reunirse con todas las fuerzas políticas y llegar a un consenso imprescindible en estos duros momentos.
Después de escuchar el discurso del Príncipe en la entrega de los prestigiosos premios Príncipe de Asturias, debo decir que estoy de acuerdo en varias cosas. Una que dijo su padre: “El Príncipe está muy preparado para realizar sus funciones”. Su discurso de gran altura dejo por los suelos a buena parte de los políticos actuales, incluidos miembros del Gobierno, que intentan animar, con palabrería engañosa, a una ciudadanía que sufre las consecuencias de sus actuaciones.
Es por días como éste, que los premios Príncipe de Asturias, tienen razón de ser : trabajar para que el saber representado en estos galardonados pueda ayudar a esconder la tristeza y haga renacer la esperanza en mejorar nuestras vidas.
Su discurso fue sincero y leal con la realidad que viven la mayoría de los españoles, al decir que éramos un pueblo solidario que cada día realiza milagros para que muchos españoles, más desfavorecidos, puedan superar el momento angustioso que están viviendo.
España es un país por el que vale la pena luchar, en el que merece la pena vivir y tenemos que hacer lo necesario para no volver a cometer errores que nos vuelvan a llevar a situaciones penosas.
Sinceramente, creo que el Príncipe está preparado para asumir la tarea que el gran analista político Rodríguez Ibarra ve necesaria.