Siguiendo las interesadas tendencias de no hablar nada más que de lo políticamente correcto, en esta España que como siempre no ha pasado de «pancista» y de ahí la siempre actualidad del Sancho de Don Quijote. Se nos ha lanzado como algo novedoso e importante el que por fin, el discurso del rey y tras no se cuantos lustros, se va a ver y oír en la televisión oficial vasca, diciéndonos igualmente que con ello ya se llega a «una normalidad democrática» en tan sangriento y terrorista territorio.
¿Ello es verdad? No… allí no ha habido nunca democracia, como tampoco la ha habido en el resto de España; allí han gobernado un tipo de caudillos y en el resto otro tipo, pero caudillos o caudillillos al fin; el resultado es el que padecemos y sin esperanzas de que esto nos lo cambien y de verdad podamos disfrutar de una verdadera, justa y dura democracia; puesto que una democracia ha de ser también dura, para que no ocurra lo que está ocurriendo aquí.
Hay quienes se pasan «lo políticamente correcto» por donde pueden imaginar y tienen el valor y la hombría de escribir verdades no como templos (eso ya está muy visto) sino como grandes montañas; y afrontan la verdad cruda y dura diciendo cosas así, refiriéndose al último discurso «real» (de realeza no de realidad) y la víspera dijo:
¿Reconocerá que hay 800.000 familias españolas que no mueren de hambre sólo porque las socorre Cáritas? ¿Reconocerá ante los ciudadanos, que son los verdaderos «soberanos» del sistema democrático, el auténtico alcance de la corrupción pública en España? ¿Revelará la verdad sobre el 11 M? ¿Nos hablará de los acuerdos secretos del actual gobierno con su «primo», el sultán de Rabat? ¿Nos dirá, como es su deber, que el gobierno miente a los ciudadanos habitualmente? ¿Reconocerá el grado de deterioro real de la economía española? ¿Nos mostrará su oculta preocupación por la pérdida de fe y confianza de los ciudadanos en sus instituciones, en la Justicia, en el Parlamento, en el gobierno, el las fuerzas del orden, en el liderazgo, en la misma democracia y hasta en la Monarquía que él representa? (Francisco Rubiales en Periodista Digital 23-12-2009) pueden ver el artículo completo, que es claro y muy duro como los tiempos requieren, en: http://blogs.periodistadigital.com/votoenblanco.php/2009/12/23/el-ridiculo-inminente-de-su-majestad-?blog=31&c=1&page=1&more=1&title=el-ridiculo-inminente-de-su-majestad-&tb=1&pb=1&disp=single
Dicho todo ello y que seguro han leído desde en la casa real hasta en los sótanos de la Moncloa; ¿qué afecta ello a la mayoría de españoles y qué opinan de los discursos oficiales ya… Pero… ¿A estas alturas quién escucha el discurso del rey? Tenemos ya tal repulsión alérgica a lo oficial, que como con Franco, los oímos como el que oye llover. Recuerden los que vivieron aquellos discursos del general Franco… ¿quiénes los oían y comentaban? Los del Movimiento Nacional y el clero católico, así como los beneficiados de las prebendas franquistas; el resto pasábamos de ellos como pasamos de estos. Tenemos que soportarlos como aplastados indefensos… o sea LO MISMO QUE CON FRANCO, PERO MUCHO MÁS POBRES O EMPOBRECIDOS, PUESTO QUE HAY QUE RECONOCERLO… CON EL DICTADOR SE VIVÁA MEJOR YA QUE NOS COBRABA UNOS IMPUESTOS RIDÁCULOS Y DEJABA HACER… Á‰L LO QUE QUERÁA ES QUE NO ENTRÁRAMOS EN POLÁTICA, EN EL RESTO LIBERTAD PLENA Y A GANAR DINERO QUE HABÁA MÁšLTIPLES CAMINOS Y HONRADOS, para todo emprendedor que quiso emprender algo. Además la delincuencia, todo tipo de delincuencia, la tenía muy bien controlada.
Sí… hoy tenemos libertad para escribir estas cosas, que con Franco no nos hubiésemos atrevido, ya que ello podía llevarte a la cárcel… ¿pero para qué nos sirve o ha servido denunciar todas las tropelías que han cometido con España y los españoles? Para nada en absoluto y a la vista está. Estos «progresistas» nos han llevado a la ruina y han convertido España en un inmenso territorio donde pululan los ladrones y bandidos de todo tipo y condición… ¿qué pretenden que los aplaudamos tras todo ello?
Y entiendan que estoy refiriéndome a la clase política en general, simplemente por que están pringados por acción u omisión, se han convertido en acomodaticios satélites del poder y lo que buscan es su medro o algo más… De esta calificación sálvense las excepciones, pero que nos demuestren con sus acciones (no sólo con sus discursos) que quieren regenerar este gran pudridero español.