Más de 10 millones de personas en España sufren dolor crónico. Un problema sanitario con graves consecuencias en la calidad de vida de quienes lo padecen y con un alto coste económico para el Estado. El 2% del Producto Interior Bruto (PIB) español se pierde por los costes tanto directos como indirectos derivados del tratamiento del dolor, según ha informado hoy la Sociedad Española del Dolor (SED) con motivo del Día Mundial dedicado este año al dolor musculoesquelético.
“En España no hay consciencia del alto coste que el dolor crónico tiene para la sociedad, ya sea en términos económicos, como sociales y psicológicos. De hecho los costes directos -recursos humanos, coste de materiales y técnicas, camas hospitalarias o gasto farmacológico-, así como los indirectos –bajas laborales, indemnizaciones o pensiones- suponen, ni más ni menos, que el 2% de nuestro PIB”, declaró González Escalada, secretario de la SED.
Tan solo el 8% de los 10 millones de personas que sufren dolor crónico en España son atendidas por profesionales formados en su tratamiento. “Los pacientes con dolor en España se sienten desatendidos. Hay muchos pacientes con dolor crónico y muy pocas unidades de dolor convenientemente dotadas en toda la geografía española y, las que existen, están masificadas”, apuntó González Escalada.
“Según la actual legislación española, el dolor no puede ser nunca una especialidad médica”, explicó Alberto Camba, presidente de la SED, que actualmente trabaja en el reconocimiento del tratamiento del dolor como un Área de Capacitación.
El 35% de los pacientes vive con dolor toda su vida
Más de la mitad de la población (el 54,9%) ha padecido dolor en los últimos meses y entre un 40% y un 80% de las consultas están relacionadas con esta sintomatología. “Es la causa más frecuente por la que los pacientes acuden al médico de atención primaria”, afirma la SED. Los mayores de 60 años son los que más lo sufren -las mujeres en mayor medida, un 62,4% del total- y el tiempo medio de duración del dolor es de 9,1años. Sin embargo, el 35% de los pacientes vive con dolor toda su vida.
Asimismo, esta organización pone hincapié en que las Unidades del Dolor no siguen criterios uniformes para establecer las condiciones básicas de acreditación. “Es un fraude para todos. Para los enfermos porque aunque consigan llegar a ellas no son tratados correctamente, para los médicos, que remiten a sus pacientes a dichas unidades pensando que allí mejorarán, y para la propia administración, que cree que ha cubierto un hueco que, en realidad, no está cubierto”, afirmó González Escalada.
La distribución de las Unidades del Dolor es dispersa y desequilibrada
“El tratamiento del dolor en España es tremendamente injusto porque, en función de dónde vivas, la sanidad autonómica puede tener abandonado el tema del dolor crónico”, denunció González Escalada y añadió, “lo ideal sería que cualquier centro hospitalario público tuviera una Unidad de Dolor”.
Las comunidades mejor dotadas para el tratamiento del dolor son Madrid (24 unidades de dolor de centros públicos registrados), Valencia (9 unidades), Andalucía (14 unidades) y Cataluña (23 unidades) ya que cuentan con unidades de dolor multidisciplinares. Otras comunidades como Galicia (8 unidades), Extremadura (2 unidades), Castilla-La Mancha (4 unidades) y Castilla León (7 unidades) tienen escasas Unidades de Dolor y además, están infradotadas.
Existen diferentes niveles de acreditación de las Unidades del Dolor según su dotación. “En Madrid hay varias unidades del tercer y cuarto nivel, pero de media en España son del segundo nivel y muchas de ellas tienen grandes limitaciones y deficiencias”, señaló Camba.
Los expertos reclaman la creación de Unidades de Dolor multidisciplinares en cada Comunidad Autónoma que cumplan los estándares mínimos de calidad. La carencia de estas responde, según la SED, “a un problema puramente estructural que tiene su base en la carencia de reconocimiento social del dolor y de formación específica en este campo en España”.
Más del 85% del dolor crónico es musculoesquelético
Con motivo de la designación por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, en sus siglas en inglés) del año del dolor musculoesquelético, la SED decidió hacer un estudio epidemiológico a partir de una encuesta a 106 Unidades de Dolor de 46 provincias españolas y que ha implicado a 165 médicos especialistas en dolor. El estudio se denomina Pandhora.
Sus resultados apuntan que más del 86% de la población española con dolor crónico es de tipo musculoesquelético. Otro resultado destacable del estudio atestigua que, a pesar del alto impacto de la calidad de vida de los pacientes, más de un 30% de ellos viven solos. “Se trata de personas mayores que han quedado viudas (14%) o solteras o divorciadas (18%)”, explica la SED.
Daniel Samper, coordinador del Grupo de Trabajo de Dolor Musculoesquelético de la SED ha revelado que la intensidad media de dolor con que llegan a las unidades es de 7 sobre 10, pese a que tan sólo un 30 % llegaban con opioides menores. Tras esta primera consulta, el porcentaje de pacientes medicados asciende al 50%.
Por otro lado, del total de pacientes con dolores musculoesqueléticos, el 33,5% tiene lumbalgia con ciatalgia, el 19,4% artrosis generalizada y un 17,1% lumbalgia. La localización más frecuente de este tipo de dolor es en la zona lumbar (55,3% de los casos), seguido de las extremidades inferiores (40,8%), en las extremidades superiores (15,4%) y en la zona cervical (13,9%).
Fuente: SINC