No es de ahora; ni mucho menos, esta es una enfermedad española y crónica, que arrastra desde siglos atrás. Yo recuerdo oír muchas veces a «honrados padres», presumir diciendo más o menos, al preguntarles alguien por un determinado vástago o vástaga… «Está en… y tiene una colocación estupenda (enchufe) casi no trabaja y gana tanto». Después algunos enumeraban las prebendas, de tardes libres, jornada semanal reducida, vacaciones y descansos; así como demás prebendas… o sea sin vergÁ¼enza ni dignidad ninguna, presumían (siguen presumiendo) de que su hijo era un parásito, pero que resguardado por «el paraguas, del don fulano de turno»; allí se jubilaría sin más riesgos que los de la muerte prematura.
Esto y que desde niño «era el pan nuestro de cada día», en aquella España que nos dijeron había quedado atrás y enterrada en «Cuelgamuros» junto al dictador; no fue así y se ha reproducido mucho más, puesto que al aumentar y engordar enormemente todos los aparatos oficiales; los prebendistas y sus padrinos han aumentado en igual o mayor grado. Lógico pues lo que ha ocurrido ye está ocurriendo y ya se publican cosas así, como la que reproduzco.
«Durante las últimas décadas, desde las asociaciones empresariales, colegios profesionales y cámaras de comercio se ha luchado contra uno de los peores cánceres de la cultura española: la escasez de vocaciones empresariales porque los jóvenes estudiantes ansían convertirse en políticos o funcionarios, donde perciben liderazgo, privilegios, poco trabajo, buenos sueldos y hasta la posibilidad de enriquecerse a toda prisa, con un poco de suerte. Durante la bonanza económica de los últimos años, con gran esfuerzo se consiguió prestigiar a los emprendedores y se incrementaron las vocaciones empresariales, pero todo ese logro se está viniendo abajo con la crisis, cuando los ciudadanos comprueban que en España los únicos que permanecen blindados y al margen del drama que empobrece al país y crea cada día miles de nuevos desempleados y pobres, son los servidores del Estado, cada día más atiborrados de privilegios y de ventajas. Esas ventajas y privilegios de los improductivos que se cobijan en el Estado, frente a la inseguridad y riesgos de los que crean riqueza y prosperidad en la sociedad y el mercado, además de constituir una diferencia injusta y lacerante, violan la Constitución Española, que garantiza una igualdad entre los españoles que el primero que no respeta es el poder político. Desde el poder socialista, dentro de esa tendencia imparable que les conduce hacia el mal gobierno, se envía así a la sociedad el mensaje peligroso y demencial de que lo importante no es crear riqueza, sino repartirla y que vivir al margen del presupuesto público constituye un error».
Esta es la situación clara y contundente que nos muestra la depredación de unos políticos en general y sálvese el que pueda, que fueron y van a la conquista del poder, simplemente para una vez apoderados del mismo, hacer con ello sólo lo que a ellos y sus seguidores beneficie y esta es una de las verdades incuestionables por lo claro de las mismas y ese es uno de los principales motivos del empobrecimiento actual, que cada vez alcanzará a más españoles, puesto que si aumentan los parásitos y la producción de bienes de consumo no, la ruina será cada vez mayor y los que mandan no están dispuestos a aflojar esa argolla que ya nos ahoga… y a la vista está, que llevan ya meses hablando de crisis económica y ni se les ocurre bajar los impuestos: TODOS LOS IMPUESTOS y suprimir algunos ya confiscatorios, como el denominado «de Patrimonio», con lo que de beneficioso sería ese cuantiosísimo monto de dinero y en poder del particular que sabe invertir y sabe producir… el aparato estatal cuanto más pequeño más eficaz… «los parásitos a desparasitarse, trabajar y producir como el resto».