Llevo todo el verano mordiéndome la lengua para no soltar todos los improperios que se me venían a la cabeza en referencia a las barbaridades que se han dicho y que, por desgracia, se están realizando en contra de los inmigrantes sin papeles con el argumento de que no tienen derecho a la Sanidad ni al Estado del Bienestar español porque no colaboran en su sustento, pero ¿hay alguien que se crea tamaña falacia?
¿Quién se puede creer que un inmigrante sin papeles no paga impuestos? ¿Por quién nos toman los políticos? Cada vez que un inmigrante sin papeles realiza cualquier compra, sea la que sea, está colaborando con el sustento del Estado del Bienestar, porque paga su IVA correspondiente, y de momento y hasta que no se demuestre lo contrario nadie, absolutamente nadie, es capaz de sobrevivir en una sociedad de consumo sin consumir.
Desde la compra en el supermercado, pasando por el billete de autobús, el pan para comer o el café que se puedan tomar, los inmigrantes sin papeles pagan impuestos como tú o como yo, españoles supuestamente de pro, por lo que buscar una justificación económica a la exclusión a la que están siendo sometidos es un insulto al sentido común y a la ética de los ciudadanos.
Pero no deja de tratarse de un debate trampa, porque la Sanidad que todos queremos debería de ser Universal y Gratuita, de forma que cualquier ciudadano, por el mero hecho de estar en territorio español, debería de tener derecho a todos los servicios, ya que el agujero de la Seguridad Social nada tiene que ver con los ciudadanos que reciben sus cuidados sino más bien con la nefasta gestión de los recursos que se ha realizado durante tantos y tantos años.
Se está, por tanto, intentando poner solución a un problema inexistente para solventar otro que se sigue acrecentando día a día. Los inmigrantes sin papeles no son el problema, ni nunca lo han sido, sí lo es, sin embargo, una sociedad insolidaria e ignorante que sigue a pies juntillas el discurso xenófobo y racista del Gobierno, que desde hace unos años para acá busca la deriva populista como su salvaguarda para mantenerse en el poder.
Si este es el país que estamos construyendo, que paren el barco que yo me bajo.