Sociopolítica

El famoso

El movimiento liberal en España, vapuleado una y otra vez tras matrimonios horrendos con la socialdemocracia unas veces, y con la derecha conservadora, otras, cae una y otra vez en el mismo error.

Este error es creer que el lanzamiento de la alternativa liberal pasa necesariamente por la captación de un famoso, bien un empresario con gran influencia social y mediática, bien un político de mucho renombre, repudiado por los grandes partidos.

Así, muchos miran a las tertulias de radio y televisión como la incubadora natural de ese personaje, que en un alarde de generosidad intelectual, absorba el ideario liberal, no importe su pasado, ni su trayectoria liberticida.

Se equivocan. Nos equivocamos si pensamos que nuestro problema es únicamente de liderazgo. Porque la verdadera cuestión del liberalismo en España es crear un partido cohesionado, en el que estén representadas las corrientes liberales más significativas, aquellas que no apuestan ni por experimentos social-liberales ni liberal-conservadores, que precisamente han sido donde el liberalismo siempre ha perdido, en aras de un falso posibilismo que claro está, ha resultado perjudicial para el liberalismo mismo.

¿Y el líder? ¿Una cara conocida? ¿Un famoso? ¿Una figura mediática? No. No esperemos que un famoso venga a rescatarnos a los liberales. No esperemos que alguien venga a hacer el trabajo por nosotros. No esperemos que alguien venga con su influencia y quizás con su dinero a patrocinar el liberalismo español. Los liberales no debemos mirar con cara de cordero degollado a los personalidades de prestigio (o sin ello) en nuestro páis, esperando a que lo dejen todo por apoyar nuestra causa, una causa que en la mayoría de los casos irá precisamente en contra de sus intereses personales y económicos.

El líder liberal en España debe salir desde dentro del liberalismo mismo, y los liberales debemos colaborar para que emerja, para que se le conozca, para que la sociedad vaya conociéndole poco a poco. Si no, sólo crearemos un movimiento liberal «soufflé», como todos los intentos anteriores, que se deshinchaban cuando su líder abandonaba tras un fracaso electoral.

El líder liberal deberá ser nuevo, desconocido para el gran público, ajeno a la casta política, y por supuesto ajeno al empresariado clientelar. Y muchos pensamos que ese líder debe ser Juan Pina, presidente del Partido de la Libertad Individual P-Lib.

Juan Pina es el primer político en los últimos 25 años que nos está haciendo creer a muchos liberales que un partido liberal, sólido y con proyección futura, es posible, y sobre todo, más necesario que nunca en la España socialdemócrata que sufrimos. Conocer a Juan Pina, leer sus incontestables aportaciones a la causa de la libertad, apoyarle en la consolidación del P-Lib, es dar una nueva oportunidad al liberalismo en nuestra sociedad.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.