El Gobierno: No se quiere enterar
EL CRISOL
“Es evidente que tontos no somos y sabemos calibrar muy bien lo que estamos viendo”.
Con el titular de este comentario he parodiado el de aquella canción que cantaba Concha Velasco, desarrollando el papel de una chica ye-yé y que decía aquello de: “No te quieres enterar, ye-yé, que te quiero de verdad….” Y lo he parodiado por que aún dándose el caso que conforma este comentario es más bien el de una historia de desamor que de cariño, y lo es por las continuas muestras de desprecio que el Gobierno practica con los españoles, la parodia viene al caso.
Con las cifras de paro motivadas por la pasada huelga general dadas por el Ejecutivo de Rajoy, ratificadas por la caverna mediática que le apoya, y con las dadas por los sindicatos, yo no voy a entrar, pero si decir que el Gobierno no se entera, o no se quiere enterar, de la enorme cantidad de gente que se ha manifestado en la calle contra el desgobierno de Rajoy, y no en los centros de trabajo por la sencilla razón de que al parecer nadie tiene en cuenta que en este país la mayoría de los trabajadores están con contratos temporales y son conscientes de las duras represalias que van a sufrir si van a la huelga: Su no renovación del contrato. En estas condiciones a ver quién es el valiente que se deja el puesto de trabajo para hacer huelga y se juega el pan de su familia. Están amenazados, más bien apresados, diría yo, por una situación contractual.
Pero esto no ha podido evitar que la gente se lanzara masivamente a la calle aunque algunos quieren hacer ver que eran poco más que cuatro gatos y hayan dado cifras que no han hecho más que dejarles en ridículo ya que todos hemos tenido ocasión de ver las imágenes de televisión y los fotos en los periódicos. Es posible que seamos una clase “controlada”, de momento, porque aquí nadie va a renunciar a ser libre, por este Gobierno y los empresarios, en particular por los banqueros que son los que “asesoran” a Rajoy y su grupo de alabarderos, pero lo que es evidente que tontos no somos y sabemos calibrar muy bien lo que estamos viendo. El Gobierno, cuando el PP estaba en la oposición, y su caverna mediática nos quieren hacer creer que cuando Rouco Varela “ocupaba” la Plaza de Colón había un millón de personas y que cuando la llenan los sindicatos hay solo 35.000, esto me trae a la memoria aquello que dice de que “hay tontos que tontos nacen y tontos que tontos son y tontos que tontos hacer a los que tontos no son”. Para que decir más.
Pero no voy a acabar este comentario sin referirme a la actuación de las fuerzas policiales, la contundencia y el ensañamiento que algunos de sus miembros ponen de manifiesto. En el día de la huelga fue el “ataque” a un niño de 13 años al que le “rompieron” la cabeza y le tuvieron que dar puntos de sutura y la posterior reacción policial ante el hecho de que una muchacha que protestó por este “ataque” a un niño y a la que le dieron también unos “cuantos” palos por protestar ante un abuso de fuerza. Deben estar ciegos o es que a alguno de estos policías les puede más el sadismo que la sensatez. Comentaba yo esto con un amigo y este me dijo que la cosa tenía su explicación y que estaba todo muy claro, como, me decía, estos policías no tienen lo que hay que tener para “plantarle” cara a aquel que les ha rebajado el sueldo y les ha quitado la paga extra de Navidad se desahogan con el primero que pillan por delante. Pensé lo que me dijo y creo que no andaba desacertado. No sé si usted habrá tenido ocasión de ver una escena, la repiten muy a menudo en Antena3, en la que un energúmeno vestido de policía, sale de detrás de sus compañeros que estaban en actitud pasiva frente a unas cuantas personas ya mayores que observaban la misma actitud, y sin más coge su porra con las dos manos y con ella cruzada les empuja a todos ellos apoyándole su “defensa”, le llaman, en el pecho de estos ciudadanos que no estaban haciendo nada que fuera merecedor de esta actitud, hecho esto este cenutrio con uniforme dio media vuelta y se marchó. Eso sí, se advierte perfectamente que no miro de frente a los agredidos por él ante la cara de asombro de sus compañeros. Yo no sé qué clase de test les hacen a los policías para darles un armamento, porras y pistolas y lanzapelotas, pero me da la sensación de que algunos de ellos mejor irían desarmados. A no ser que sus jefes consideren a estos más “efectivos” que al resto de sus compañeros. Pero no olvidemos que ya ha habido muertos y heridos graves por las pelotas de goma que lanza la policía.
En fin, es de esperar que algún día no tengamos que lamentar el descontrol represivo que practican algunos agentes del “orden” y la mala imagen corporativa que dan. Afortunadamente no todos.