EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Hace unos días se dio la noticia de que el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Vilafamés (Castellón) pasó a disposición judicial tras ser detenido por un delito de distribución de pornografía infantil, según informaba el diario Información de Alicante. El párroco fue acusado de distribuir 21.000 archivos pedófilos.
Los habrá mal pensados que habrán dicho que esto es una indecencia cuando esto no es así. Veinteunmil archivos había recopilado el clérigo tras muchos años de paciencia, de trabajo y de esfuerzos, esto no se reúne en cuatro días, cada cual tiene su hobby, unos coleccionan cromos y otros estampitas de sus jugadores de futbol o artistas favoritos. Yo no veo nada malo en lo del cura ¿o es que es indecente recopilar estampitas con la imagen de Messi, Puyol o Piqué –creo que se me está notando mucho que soy de BarÁ§a- enseñando sus piernas? Además es muy posible que el párroco lo hiciera con la intención de repartir CDs entre sus feligreses con la reproducción de sus 21.000 archivos pedófilos en la misa dominical, con el fin de ir sustituyendo la ya tan vista como obsoleta y anacrónica Hoja Dominical. Hay que modernizar y adaptar la Iglesia Católica a los nuevos tiempos y cada cual lo hace de la mejor forma que puede.
Hace unos cuantos días el cardenal Antonio Cañizares, instaba a España a la “nueva evangelización” del mundo. Yo creo que entre las acciones que se emprendan para llevar a cabo la “nueva evangelización del mundo” se deberían introducir los medios informáticos y como no el CD con los 21.000 archivos pedófilos del párroco de Vilafamés. De este modo al igual que el cardenal Rouco Varela, ha afirmado que “España ocupa el primer puesto del ranking de laicismo del mundo” la Iglesia Católica española podría ser la primera en la “nueva evangelización del mundo”.
Tenía razón el Papa cuando en su visita a Santiago y a Barcelona nos echó el rapapolvo que nos echó, es que no sabemos adaptarnos, como su Iglesia, a los nuevos tiempos, estamos anclados en el pasado y perdiendo nuestro tiempo en coleccionarnos y cambiar cromos y estampitas sin ningún tipo de significado social, ético o moral como lo hace el párroco detenido por ser una persona moderna y precursora de la “nueva evangelización del mundo”. Yo creo que la “obra” del cura de Vilafamés bien merece la celebración de un Concilio Vaticano extraordinario para aplicar estos modernos sistemas de comunicación y acercamiento a las personas y con un enorme contenido de reglas éticas y morales si de verdad se quiere conseguir una “nueva evangelización del mundo”. Actitudes e iniciativas como las del cura de Vilafamés son las que contribuyen a “hacer” Iglesia y a revalorizarla ante las gentes.