Sociopolítica

El Hombre de Gris (2)

LA SILLA BLANCA

Esta tarde salí a dar un paseo por las calles.  La gente pululaba indolente, aquí un par de amigas entradas en años comentaban frente a una boutique, mas allá un joven con su casco de moto intentaba buscar un hueco entre los coches para cruzar la calle y mas allí se echaba la persiana de un estanco, estaba anocheciendo empezaba a hacer frío, son esas horas últimas de la tarde en que no se sabe si aún es de día o ya es de noche por que el día se resiste a morir.

Paseaba por un parque y al pasar junto a uno de sus bancos escuché la siguiente frase: «HASTA MAÑANA…».  Esta frase me dejó pensando mientras seguía paseando, pero ya sin fijarme en la calle, solo aquella frase. Entonces recordé a una vieja amiga que conocí hace tiempo, y que hoy ya no está entre nosotros:

“…En una pequeña casita, en medio del campo vivía una mujer.
Su vida transcurría lentamente,… y a través de los años, la mujer iba envejeciendo,también… LENTAMENTE. Su cara era redonda,…y sus mejillas sonrojadas,… y lucía un vestido floreado,… que no ocultaba su edad.

Todas las tardes,… la mujer salía frente a la casa,… para ver el atardecer del día. Cogía su silla,… su silla blanca,… y la colocaba siempre en el mismo sitio,… ni un milímetro más acá,… ni un milímetro más allá. Luego,… se sentaba en su silla blanca y… veía los pájaros volar sobre los campos… y aspiraba el aroma de las flores y … el olor a fritura de su última cena,… hasta que el sol se escondía detrás de las lejanas montañas que nunca conoció.

Era el final del verano,… y aquella tarde, como todas las tardes de su vida,… la mujer salió frente a la casa,… sin ella saberlo, por ÁšLTIMA VEZ. Cogió su silla blanca y la colocó en el mismo sitio de siempre,… MAÑANA pues… ¿O No ? ni un milímetro más acá, ni un milímetro más allá,… y se sentó,…sin ella saberlo, por última vez. Y vio a los pájaros volar sobre los campos,… y aspiró el aroma de las flores,… y el olor a fritura de la última cena,…sin ella saberlo, por última vez. Y vio como el sol se escondía detrás de las lejanas montañas,… que nunca conoció,… mientras un gélido frío penetraba en sus huesos. Entonces…, la mujer se levantó de su silla blanca,… entró en la casa… y cerró .

Hoy,… la silla blanca,… como todas las tardes,… espera a la mujer,… pero ya no es posible, porque ayer fue,… sin ella saberlo,… LA ÁšLTIMA VEZ ¡

Hasta mañana, pues… ¿O no?

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.