Tienen razón los articulistas que se autoproclaman liberales y los advenedizos del sol que más calienta cuando critican la actitud del gobierno de Estados Unidos en la actual crisis, y su decisión de intervenir en la economÃa en ayuda de la aseguradora AIG y de la financiera Lehman Brothers.
Y tienen razón porque el gobierno de Estados Unidos se ha equivocado, pero no como ellos creen, no, se ha equivocado en el momento de actuar, porque la grave crisis financiera que está sufriendo el paÃs norteamericano no es más que consecuencia de la no polÃtica económica que ha estado llevando el paÃs en los últimos años.
Los Estados Unidos se llaman asà mismos liberales desde un punto de vista económico (lo cuál es una falacia como otra cualquiera, porque es uno de los paÃses más intervencionistas del mundo, lo que sucede es que intervienen en los sectores que les interesa) y asà se han comportado en los mercados financieros. Ha dejado libertad absoluta a las empresas financieras y aseguradoras.
La economÃa en general, y el sector financiero en particular, es como un animal salvaje que debe ser controlado porque si no tiende a destruirse endogámicamente en su propia búsqueda del beneficio más absoluto. Por ello, los gobiernos deben de ser capaces de domar al animal salvaje y encauzar su energÃa por los derroteros más idóneos.
Pero, ¿cómo se encauza a un animal salvaje? ¿Con intervención? No, toda intervención es un error económico, un fracaso de la polÃtica económica llevada a cabo. El control del gobierno debe de hacerse con regulación.
Asà es como funcionan todos los paÃses de la Unión Europea, con regulación muy estricta que, en ocasiones, perjudica el crecimiento económico pero que, a cambio, protege la seguridad del sistema en tiempos de crisis.
Si los Estados Unidos hubieran regulado su mercado financiero de manera adecuada y estricta, ahora no estarÃa sufriendo la quiebra de todas sus empresas bandera.