Llego tarde, pero a tiempo, porque la desigual pelea entablada por el corregidor contra el periodista tiene cuerda para rato. Esto es España: justicia tardía, justicia baldía. Antenicidios, Gómez de Liaño, Albertos, plusvalía de criminalidad para los varones en los delitos pasionales, señora Casas. ¿Estado de Derecho? No. Estado de derechos. Pleitos tengas, dijo el gitano al payo, y los ganes. Razón llevaba. Yo, por si acaso, nunca recurro, cuando ha lugar a ello, a los tribunales. Aquí vas a la comisaría para denunciar que te han birlado la cartera y te conviertes en sospechoso. Una vez lo hice, llamar a la poli por un asunto sin importancia en el que la razón me asistía, y me aconsejaron que saliera a la calle y por cien euros contratase a un corso. Lo dejé correr. Nada importa nada. Y no importó. Es mi filosofía.
Gallardón lo ha hecho, acudir a los tribunales, y su honor «•su honor, sí»• se resentirá por ello. No lo ataco. Lo tengo por hombre inteligente, del que dije en el 95, por escrito, que llegaría después de Aznar a la Moncloa, pero su conducta me parece, en esta ocasión, ininteligible e inadmisible. Un político no debe hacer tales cosas ni siquiera en el caso «•no lo es»• de que tenga razón. Pagamos a los de su oficio, entre otros móviles, para que no rechisten si alguien los pone a caldo. Es lo mínimo. Puesto que mandan, que templen. Gobernar y torear es aguantar. ¿Se ha querellado José Tomás contra Raúl del Pozo, Antonio Burgos, Ruiz Quintano (que miente en lo tocante a mi persona) o Gala? ¿Se imaginan al alcalde de Nueva York pleiteando con Larry King? Ya, ya. Gallardón no es Bloomberg ni la COPE es la CNN, pero nos entendemos. Tampoco EEUU es, por suerte para ellos, España. Allí cada quien atiende a su juego. El de Federico es escribir, informar y opinar. Subrayo lo último. ¿En qué cabeza cabe interpretar lo que dice o dijo como si fuese palabra de Dios? Eso, si acaso, para los teólogos, y ni siquiera. De la verdad judicial no se me da un ardite. Suele ser cosa de picapleitos y se deriva de leyes no siempre compatibles con las de mi conciencia. Me importa, en cambio, la verdad moral, que coincide en esta ocasión con el veredicto de la lógica aristotélica y de la sensatez política, y por eso cierro filas con Federico. ¿Lo tomará el alcalde como un atentado a su honor? Insisto: un político no debe querellarse nunca, digan de él lo que digan, contra gentes del común por supuestos delitos de opinión. La democracia no los admite. ¿Alcalde? ¿Honor? Dijo el de Zalamea que éste es patrimonio del alma y que el alma sólo es de Dios. Acuda el querellante a los obispos, que tan cerca andan del querellado y que son, en tales cosas, jueces más idóneos para los cristianos que los de la magistratura, y recabe su absolución por haber pecado contra la libertad.
Que ella nos guarde. ¿Hubo este fin de semana un congreso en Valencia? Naderías. PP: Partido Patético, Partido de Perdedores, Partido Pseudo Psocialista. Yo estaba en Marrakech, cerca de Casablanca. En el hotel había un pianista. Siempre nos quedará Rosa Díez.