Todas las reformas educativas deben tener como único objetivo la lucha contra el abandono y el fracaso escolar, las dos cosas van unidas.
Conseguir un buen sistema educativo en un país precisa de la opinión profesional, como para realizar los planes de estudio. Nunca se conseguirá disminuyendo el profesorado, ni recortando las ayudas, por meros intereses políticos, sino por el contrario, poniendo profesores de apoyo a los estudiantes que tienen dificultad de comprensión y no tienen dinero para pagarse una academia en las horas libres que le deja la escuela.
El simple hecho de premiar a quienes consiguen notas sobresalientes, ya denota una clara tendencia política y no significa para nada que se está estimulando a los estudiantes para que trabajen, sino por el contrario, se premia a quienes tienen la posibilidad de pagarse enseñantes en casa, y poder económico para estudiar las horas que necesite.
Pero, ¿qué hacemos con los estudiantes que trabajan para pagarse sus estudios? Yo fui uno de ellos, y sé muy bien lo que significa llegar a casa al terminar tus diez horas de trabajo, hincar los codos para pasarse horas y horas estudiando, para conseguir sacar la nota “aprobado”.
El Ministro de Educación hace todo lo contrario de lo que debe hacer alguien que Gobierna para todos los españoles: proporciona becas a quienes no las necesitan y se las corta a quienes no saben cómo pagar las tasas académicas.
Bueno, esa es la política de este Gobierno: solo quiere mano de obra barata y para eso no se necesitan estudios.