Las investigadoras Lauren Pinault y Fiona Hunter, del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Brock, Canadá, recolectaron larvas de mosquito durante los años 2008, 2009 y 2010 en todas las regiones del país.
Identificaron la presencia de Anopheles pseudopunctipennis, Anopheles eiseni, Anopheles albimanus, Anopheles punctimacula, y Anopheles oswaldoi sl. En el caso de los tres últimos, uno de los estudios, publicado en Malaria Journal (11 agosto 2011), indica que “han invadido regiones altas, alcanzando en algunos casos altitudes máximas de 1.541 m, 1.906 m, y 1.230 m, respectivamente”.
Si bien son necesarios más estudios para determinar por qué el Anopheles habita ahora en los Andes, “las causas más probables son la variación en el uso del suelo, nuevas carreteras, el crecimiento de la población humana y el cambio climático”, aseguró Pinault a SciDev.Net.
En un segundo estudio, publicado en la revista Frontiers in Physiology (20 de marzo), las investigadoras encontraron que las especies que viven en tierras altas se asociaron a menudo con los ríos y bordes de carretera, debido a la presencia permanente de agua estancada en las zanjas, así como a la construcción de represas hidroeléctricas.
El PhD en enfermedades tropicales, Ángel Guevara, considera que este tipo de análisis epidemiológicos son positivos porque se identifican más cepas de la enfermedad en otras regiones. “Pero al mismo tiempo es un riesgo que podría desencadenar en el incremento de contagiados, aunque en el Ecuador los casos de malaria han bajado considerablemente en los últimos años”, comentó a SciDev.Net.
Según el Ministerio de Salud, hay una reducción del 35 por ciento anual. En el 2009, se registraron 4.126 casos; en el 2010, fueron 1.888; y, en el 2011, 1.232.
Se trata de una disminución importante frente a los 16.400 casos de 2001, dijo a SciDev.Net, Sucre Dávila, coordinador nacional del Servicio Nacional de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores Artrópodos del Ecuador (SNEM).
Para Lauren Pinault, este estudio proporciona la base entomológica para ayudar al SNEM en campañas de prevención. “Es mi esperanza que la enfermedad no vuelva a surgir en las partes altas del país. Sin embargo, es importante que los médicos consideren la malaria para el diagnóstico en las regiones de mayor altitud pues el Anopheles ha sido identificado en tierras de hasta 2.000 metros”.
Enlace al estudio completo en Malaria Journal
Enlace al estudio completo en Frontiers in Physiology
REFERENCIAS
Malar J. 2011; 10: 236.;
Front Physiol. 2012; 3: 59.
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Tania Orbe
SciDev.Net