Culex pipiens es el mosquito más común de España y del mundo, y todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sido su víctima. Repelentes y otros remedios caseros serán parcialmente suficientes para prevenir tan molesta picadura, pues lejos de desaparecer de nuestros entornos, este insecto será cada vez más abundante con el aumento de las temperaturas, y colonizará zonas en las que antes le era imposible vivir.
¿Sería posible un mundo sin moscas? ¿Sin el gorgojo de la patata? ¿Sin el mosquito? “Pienso que sí, pero una vez que los mosquitos forman parte del puzzle de la biocenosis (comunidad ecológica), es ya difícil, por no decir imposible, prescindir de ellos”, manifiesta a SINC Santiago Ruiz Contreras, entomólogo en el Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación Provincial de Huelva.
Los mosquitos como Culex pipiens son “imprescindibles” para algunos virus y para otros agentes patógenos, que sin ellos no podrían transmitirse. Aunque no son muchas las especies que se alimentan de estos insectos en su forma adulta o en su fase larvaria, para ciertos peces, anfibios o aves forman parte de su dieta. Sin embargo, “desde un punto de vista antropocéntrico, podríamos prescindir de los mosquitos, pero no olvidemos que es sólo nuestro punto de vista, nada objetivo”, asegura Ruiz Contreras.
La peculiaridad de Culex pipiens es que es casi la única especie de mosquito presente en todo el globo salvo en los polos. El mosquito, típico de ciudad, es “el más frecuente” en España, “aunque hay zonas donde no es la especie más abundante”, precisa el entomólogo. No obstante, con el cambio climático, este mosquito podría ampliar su distribución en nuestro país.
Una vida ligada al calor y al agua
“Con el incremento de las temperaturas no sólo aumentará el número de generaciones (crías) al año sino también la posibilidad de colonizar zonas en las que antes no podían vivir por no reunir los requisitos climáticos”, explica a SINC Ricardo Jiménez Peydró, investigador en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad de la Universidad de Valencia.
Las especies, sobre todo las de montaña en España, que tienen una distribución limitada y que dependen de unas temperaturas favorables se verán afectadas por el cambio climático y por el consecuente aumento de temperaturas. No será el caso de Culex pipiens, “especie que debe su carácter ubicuo a su plasticidad ambiental”, confirma Ruiz Contreras.
Al ser un habitante más de las ciudades, el mosquito es “un vecino que aprovecha ya los cambios que el hombre realiza en su entorno, que son mucho más a corto plazo que los producidos por el cambio climático”, puntualiza el científico.
Picadura dañina y traidora
Por su carácter cosmopolita, la posibilidad de picar y transmitir enfermedades a los seres humanos aumenta, sobre todo por la noche y en espacios cerrados. De las enfermedades que Culex pipiens puede trasmitir destacan numerosas arbovirosis (enfermedades tropicales caracterizadas con encefalitis y fiebres), las filariasis (infecciones parasitarias) y el Virus del Nilo Occidental, “la más conocida de todas por los procesos graves a los que dio lugar en la ciudad de Nueva York en 1999”, recuerda Jiménez.
Aunque este mosquito trasmite multitud de enfermedades en todo el planeta, “en España preferentemente podrían circular y ser transmitidos por el vector los virus del Nilo Occidental y Usutu, según los datos publicados hasta el momento de la península”, aclara a SINC Ana Vázquez, investigadora en el Laboratorio de Arbovirus y Enfermedades Víricas Importadas del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III.
Una única picadura es suficiente para transmitir la enfermedad. “Como una hembra realiza varias picaduras a lo largo de su vida, las transmisiones son numerosas”, comenta Jiménez. Pero no todas las personas están tan expuestas a las picaduras. Los mosquitos eligen a sus “víctimas”.
Estos insectos “detectan diferenciales de emisión de CO2, y son atraídos por la combinación de sustancias como el colesterol, el ácido úrico, y otra serie de componentes con mayor o menor volatilidad que marcarán sus preferencias para alimentarse”, informa Ruiz Contreras. Además, “a menor vellosidad y menor espesor de epidermis más propensa será la persona a la picadura de los mosquitos”, añade el investigador. Para evitar las picaduras, lo más eficaz es un buen repelente.
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El mosquito tigre en España, una amenaza creciente
En los últimos años, el mosquito tigre (Aedes albopictus) ha hecho su aparición en España. Procedente del sueste de Asia, esta especie invasora ya se ha extendido por África, América y Europa. En la actualidad, “se encuentra distribuido en Cataluña, sobre todo en los alrededores de Barcelona, aunque también está en algunas localidades de Gerona y Tarragona”, asegura el investigador del Instituto Cavanilles.
Según el científico, desde el mes de septiembre del 2009, la especie está criando también en la Comunidad Valenciana, “concretamente en Torrevieja”. A pesar de una expansión muy lenta, “la climatología favorable de la zona hace suponer que pueda tener una dispersión relativamente rápida”, advierte Jiménez.
Al igual que otras especies de mosquitos típicas de España, la picadura del mosquito tigre provoca una reacción alérgica “importante” con inflamación de la zona afectada y acusado prurito. “Su peligrosidad reside en su potencialidad para transmitir virosis, como el virus del Chicunguya, además de ser vector de transmisión de la Fiebre Amarilla. La diferencia con otros mosquitos “urbanos” es que pica no sólo por la noche, sino también durante el día”, apunta el experto.
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PERFÁL DEL MOSQUITO COMÁšN
– Características de la especie: Culex pipiens realmente no es una especie sino un complejo de al menos dos “trofoespecies”: Culex pipiens pipiens, que se alimenta de aves, y Culex pipiens molestus, que se alimenta sobre humanos y pica en el interior de los recintos. “Es el típico mosquito que pica de noche en nuestra habitación”.
– Hábitat: Vive en el entrono de sus zonas de cría, es decir lugares donde hay agua, sin flujo y estancada, de forma temporal o permanente. La temperatura del agua debe situarse por encima de los 14ºC para tener actividad de adultos y crías. En los trópicos es donde hay mayor distribución de mosquitos.
– Esperanza de vida: Culex pipiens, con una generación de unos seis días a temperaturas ambientales de algo más de 30ºC, vive cerca de una semana, También hay hembras invernantes que pueden vivir periodos de casi cinco meses.
– Crías: A lo largo de su vida, una hembra puede poner de 800 a 2.500 huevos, que son depositados en la superficie del agua formando grupos pegados.
– Incubación: Las zonas de cría son masas de agua dulce (agua en superficie y agua subterránea). Se convierten en poblaciones plaga en las masas de agua inestables y muy contaminadas orgánicamente, por la ausencia de competidores y predadores. Estas charcas son sobre todo aguas de origen antrópico, dentro de los núcleos de población humanos. La hembra pasa el invierno ya fecundada en lugares húmedos.
– Aspecto: El mosquito alcanza un tamaño de unos 5 ó 6 milímetros y tiene un color básico marrón-grisáceo.
– Modus operandi: La trompa del mosquito penetra en la piel. Dispone de dos canales: el alimenticio, para absorber la sangre, y el salivar, por el que inyecta un anticoagulante. Ante las proteínas de la saliva, el cuerpo humano envía sangre para neutralizarlo, que el mosquito absorbe fácilmente por los anticoagulantes. La absorción de sangre puede durar hasta dos minutos y medio. Para limitar la sensación de picor para succionar tranquilamente, el mosquito segrega unas sustancias antiinflamatorias e inmunopresoras.
– Enfermedades trasmitidas: Con su picadura, el mosquito puede transmitir el Virus del Nilo Occidental, numerosas arbovirosis (enfermedades tropicales caracterizadas por encefalitis), y filariasis (enfermedades parasitarias).
– Especies de mosquito: En el mundo existen unas 2.500 especies de mosquitos. En España hay 54 especies confirmadas.