Jaume Marrugat es un reconocido epidemiólogo cardiovascular aficionado al deporte, la astronomÃa y a pasear por los desiertos. Estudió medicina en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y es el director del Programa de Investigación sobre Trastornos Inflamatorios y Cardiovasculares del IMIM-Instituto de Investigación Hospital del Mar desde hace 18 años.
¿Cuándo te interesaste por la ciencia y por qué?
Desde que tengo uso de razón he tenido el sentido de la curiosidad y la experimentación, la atracción por la ciencia. Recuerdo a los 12 o 13 años, cuando hacÃa redacciones, siempre hacÃa aparecer conceptos cientÃficos.
¿Qué estudiaste en la universidad?
Estudié medicina y trabajé en el hospital de Lloret de Mar durante 8 años. Pero tenÃa claro que querÃa investigar, concretamente sobre el efecto de las enfermedades en las poblaciones. Como más tarde he dicho en broma a mis alumnos, querÃa ser epidemiólogo para salvar vidas ‘en masa’, y no de una en una.
¿Cómo pasaste de hacer medicina asistencial a hacer investigación?
En el hospital tuve la suerte de conocer a Joan Sala, un cardiólogo que justo empezaba a recoger datos de infartos de miocardio, y me unà a este proyecto. Mientras hacÃa de médico, y gracias a Miquel Porta, que actualmente trabaja también en el IMIM, fui a hacer una estancia corta en EE UU, en Chapel Hill, donde me formé en epidemiologÃa cardiovascular que aquà no existÃa como disciplina. Al volver hice la tesis con Ferran Sanz, que hoy está también en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB), el mismo edificio que ocupa el IMIM.
Inmediatamente después empezaste con tu propio grupo de investigación IMIM…
SÃ, nuestro grupo se creó hacia el año 1992, con solo tres o cuatro personas. Ahora somos entre 30 y 40, aunque estamos divididos en dos laboratorios, uno que dirige Roberto Elosua sobre epidemiologÃa y genética de poblaciones, y uno dirigido por Maribel Covas, de nutrición y riesgo cardiovascular.
¿Qué es lo mejor de la ciencia?
La forma de pensar. De hecho, serÃa necesario más pensamiento cientÃfico en la vida diaria. La mayor parte del tiempo funcionamos por credulidad y superstición, no tomamos decisiones basadas en evidencias. Entre la fe, las supersticiones y el componente emocional creo que el mundo funciona casi por casualidad. Lo que me ofrece el método cientÃfico es una cierta seguridad de que lo que digo está contrastado con datos.
¿Qué cualidades son necesarias para hacer investigación?
Hay que tener paciencia, aceptar las propias limitaciones y las de los demás, mantener el ego lo más reducido posible, ser generoso, y trabajar en equipo. También hay que hablar lenguas, y no me refiero solo a los idiomas, sino a los diferentes lenguajes de las diversas disciplinas.
Sois el grupo más potente en España en investigación cardiovascular. ¿Cuál es el secreto?
Tener un buen equipo y que todos compartan el entusiasmo del trabajo. Nosotros, además de las reuniones cientÃficas, hacemos una reunión semanal donde también participan los técnicos y administrativos, en la que se explican las novedades de la investigación, compartimos los problemas cotidianos, etc. Asà estamos todos más motivados y disfrutamos juntos cuando hay un buen resultado. También hacemos una salida con todo el equipo de uno o dos dÃas a la montaña. Cuesta esfuerzo y dinero pero creo que es muy rentable.
¿Cuál serÃa tu sueño hecho realidad?
Dentro de la investigación, descubrir alguno de los mecanismos de la arteriosclerosis que nos permitieran revertirla y aliviar a la humanidad de esta plaga. Fuera de la investigación, mi sueño serÃa hacer un viaje espacial a Marte. Lo veo difÃcil, pero estudiar fÃsica ayudarÃa.
¿Y tu hobby escondido?
La glucobalantofilia: coleccionar sobres de azúcar. Tengo miles, y ¡muchos compañeros de trabajo y amigos me traen de sus viajes!.
Maruxa MartÃnez-Campos (PRBB) / SINC