Cuando el Sr. Fraga fundó AP, en la actualidad PP nunca podía soñar que un Partido creado con miembros del Régimen pudiese llegar a conseguir el poder territorial que ha conseguido en la actualidad y sin aportar nada concluyente que pueda convencer a los españoles de una mayor capacidad de gestión política. Les ha bastado esperar.
Mientras tanto, socialistas y comunistas siguen discutiendo de algo que dejó muy claro Felipe González en 1979: el marxismo ya no tiene espacio en la política actual, y los españoles quieren el respeto a la Constitución y a las formas de Gobierno que de ella emanan. Una fórmula y un espacio político que buscó Felipe, y los españoles le dieron mayoría absoluta.
Una segunda lucha intestina de los partidos de izquierda, algo que debería ser propio de los partidos nacionalistas: la obligatoriedad de hablar las lenguas de cada Comunidad. La izquierda ha hecho bandera y sigue con debates alucinantes en el mismo seno de sus partidos dejando aislado a un considerable número de sus propios militantes. España es un país en el que el traslado de personas entre Comunidades es una realidad, y la imposición de otras formas de hablar que no sea la propia se ve como el mismo tipo de imposición pero todo lo contrario, que se daba durante la dictadura. Para el PP estos temas están muy lejos de sus preocupaciones y recogen el fruto de los resabiados. Quieren ganar y su mensaje se lo hacen comprender a todos los habitantes de cada región, hablándoles en la lengua común de todos los españoles.
Además de todo este marasmo de incongruencias en partidos llamados nacionales, que hacen que los votantes apoyen a unos y dejen de apoyar a otros, es todavía peor el que, en los partidos de izquierdas que deberían representar a los idealistas que luchan por los derechos de los trabajadores, empiezan a tener los mismos comportamientos. Los comunistas tienen un cacao mental tan grande que son capaces de apoyar para que Gobierne a quienes dicen con arrogancia haber combatido siempre. Nada nuevo. Los Comunistas vascos fueron capaces de apoyar un Gobierno separatista en Euskalerría.
Si la derecha tiene Presidentes de Comunidades que deben sentarse en el banquillo de los acusados, en la izquierda encontramos concejales que obligan a técnicos municipales a realizar informes falsos, Senadores que insultan a policías, realidades que hacen pensar a los votantes “Todos son iguales”.
España ha lanzado al mundo la revuelta de los “Indignados”. La crisis económica la estamos pagando los trabajadores y trabajadoras de toda Europa, tanto en los países donde gobierna la derecha como en los que gobierna la izquierda. Sólo encuentran fórmulas para reducir el déficit cortando derechos adquiridos por los trabajadores. La Banca ha obtenido este año un fuerte incremento de beneficios. La mayor parte del déficit del Estado es causado por los políticos, privilegios a los que ninguno quiere renunciar y que bajarían enormemente ese déficit que tanto les preocupa. Por ejemplo: la Presidenta de Madrid tiene 1.500 liberados políticos, el Alcalde de Madrid mantiene 400 asesores, el Presidente de la Comunidad Valenciana 110 asesores que nos cuestan unos 1.000 millones al año.
Sólo me queda una reflexión: la Iglesia se inventó dos cosas para no explicar al pueblo sus anomalías, una lengua que sólo conocían ellos (latín) y el dogma eclesial. Los políticos actuales se han inventado los conflictos de intereses, por el bien y el futuro del pueblo y para convencer a sus militantes y mantener sus parásitos, por el bien del Partido.
Conclusión:tienen razón los “Indignados”, las formas políticas deben cambiar. Somos los ciudadanos y ciudadanas quienes debemos elegir a los políticos en quienes delegamos nuestros derechos ciudadanos.