Durante los últimos años de gobierno de Zapatero, su prudencia, sentido de Estado y sobre todo su rechazo a defenderse ante acusaciones malévolas, le hicieron vulnerable ante la izquierda que le acusaba de neoliberal y ante la derecha que todavía le sigue acusando de una ‘herencia recibida’, a pesar de que Zapatero se negara a hacer los recortes sociales que el Gobierno actual realiza sin ningún escrúpulo, hundiéndonos cada día más en la ruina.
El ‘nuevo PSOE’ le ha pillado con el pie cambiado, tanto a la izquierda radical como a la derecha. Las decisiones que toma ante cualquier circunstancia les hace pupa, sea a unos o sea a los otros y les pone bajo el punto de mira de todas sus críticas.
El Secretario General, un economista que sabe de números, le dice al Gobierno lo que por otro lado le llevan diciendo los mejores economistas del país, sin hacerles caso, lo que nos lleva a las desconcertantes decisiones Gubernamentales, y sobre todo a mentiras contrastadas (como que la de que ante la advertencia de la Unión de Consumidores de que la factura de la luz subirá un 11%, el Ministro del ramo nos cuente que bajará el 3%, como si no nos enteráramos al pagar…).
En los últimos años, las inversiones han bajado 7.000 millones… Estamos ante una bajada de salarios generalizada (de los obreros, pues solo suben los sueldos de los dirigentes) al tiempo que la falta de inversiones recorta las plantillas y disminuye el poder adquisitivo de una gran mayoría de españoles. La presión fiscal es enorme para la empresa familiar y la falta de financiación nos da como resultado la perdida de las clases medias y la pérdida de empleo: 2.129 parados más en septiembre en la Comunidad Valenciana y 70.000 en España.
En un informe, la OIT nos decía que ya era hora de aumentar los salarios, basándolos en la competitividad, y la Ministra, que le pide a la Blanca Paloma que le haga su trabajo, contesta que la subida de salarios deberá ir en consonancia a la creación de empleo, lo que significa: sueldos de 500 euros al mes, con contratos precarios.
Ante semejante visión de lo que debe ser recuperar el bienestar perdido, se produce el rechazo total del ‘nuevo PSOE’ , no apoyando a un Comisario del cambio climático que se ha caracterizado por su falta de visión ecológica… y por ello hoy le llueven las críticas, por su coherencia.