En un país donde ya no hay educación en la escuela (tampoco en la calle). En un país dónde en muchas casas y en la mayoría de escuelas, mandan los niños más que los mayores. En definitiva, en un país donde casi todo va “manga por hombro” y la ruina avanza a pasos agigantados… en ese país (que es España) los absurdos gobernantes les ha dado por regalar ordenadores portátiles a miles y miles de escolares, que en inmensa mayoría yo estimo que ni saben el por qué comen y viven, ni si están “en pie, durmiendo, acostados o viven en las nubes”. No es que yo estime que cosas así sólo ocurran en mi país, puesto que por el cine e informaciones que de vez en cuando se dan; la autoridad, la disciplina, la austeridad y todos los valores que se supone hacen una civilización, hace mucho tiempo que fueron relegados a un abandono ya pernicioso. Los que dicen gobernar “lo prefieren corrompido puesto que así todo se diluye mejor y por tanto mejor se maneja”.
Un amigo y profesor de una universidad española, con el que me carteo y cambio impresiones, me sorprende el día que esto escribo enviándome una carta escrita por una hipotética alumna infantil y la que comenta “el gozo” que le ha supuesto la entrega gratuita de un ordenador portátil. Como mi amigo no me dice nada, simplemente me envía esa misiva, pero sabiendo de su inteligencia; empiezo a leerla y tras leerla a meditarla, puesto que la misiva tiene miga… “mucha miga” y ella, me confirma lo que hace ya mucho tiempo tengo asumido por lo que yo y hace ya muchos años denominé como una nueva y terrible enfermedad a la que bauticé como… “La ORDENADOMANÁA”. Veamos algunos párrafos de lo que escribe “esta niña”.
“Me llamo Marta y soy alumna de 5º de primaria y la mejor. Yo cogí el mío y lo guardé en la mochila, pero a mi amiga Mati se le cayó y se le rompió todo. A Luís se lo robaron unos gamberros mientras volvía a casa y a Santi se lo rompió Mateo, el niño que nos pega a todos. Ayer nos explicaron cómo sacar información de Internet y nos mandaron deberes para buscar en casa. Mi papá, que ahora no trabaja, dice que no tenemos dinero para Internet. A mi hermano mayor en el insti también le van a dar uno y él está muy contento pues dice que podrá colgar fotos y chatear con las chicas. Es maravilloso, también, porque antes las clases eran pesadas y largas y ahora duran 10 minutos o menos. A muchos compañeros no les funciona; a otros les tarda tanto en ponerse en marcha que para cuando lo consigue suena el timbre de salida. Se acabó estudiar, la calculadora y las reglas. Y sacar punta, tener buena letra y tener un cuaderno de diez. Es fantástico. Pobrecillos los que aún están en 4º porque los veo muy estresados. En matemáticas, es lo mejor: sólo tienes que elegir entre tres respuestas y además te dan otras tres oportunidades”.
Yo la verdad… raro que soy; veo esto de los ordenadores más como un peligro que otra cosa, sobre todo para los niños y también para los inmaduros; puesto que entiendo que estos aparatos en ciertas manos es como… “poner al volante de un bólido de carreras a alguien que ni apenas sabe andar y menos aún ha montado en bicicleta”.
¿Qué puede ocurrir a infinidad de estos incautos o pobres seres indefensos ante unos gobiernos que ni supieron ni saben educar y menos formar? Ya y sin los ordenadores, hemos padecido la destrucción que el exceso de “puertas abiertas” ha producido en gran parte de la sociedad en sus capas más débiles. Pensemos en las drogas en sus múltiples formas y entre las que cuento tanto la televisión, como el cine y ahora incluyo los ordenadores o el conjunto de todo ello y que definí como arriba cito (ORDENADOMANÁA) puesto que aquí entran incluso los telefonines (o móviles) y tanto y tanto aparatito como han logrado colgar sobre “el borrego humano”, que carente de voluntad lo acepta todo y lo quiere todo y al precio que sea.
Pensemos igualmente en que esos ordenadores son de alto costo y de que igualmente son de alto costo de mantenimiento o reparación de los mismos; y que los que fabrican todos esos tipos de artilugios, tienen en programación continua nuevos aparatos o anexos a los mismos que mediante todo tipo de presiones y propagandas, tratarán de colocar “al borreguismo mundial”; y entre esas presiones intuyamos que habrá sobornos de los de antología; puesto que el dinero público se presta a todo ello y mucho más.
En fin; que ya han metido a las masas en esa “maldita ordenadomanía” y que se necesita una inteligencia y gran preparación para salir de ella y no digo abandonarla, pero sí utilizarla en tiempo y forma y para cubrir verdaderas necesidades de la vida, nunca para más.
Me consuela el que aún muchos japoneses siguen empleando el ábaco, por tanto no todo está perdido. Por mi parte suelo hacer cuentas a mano, para no perder la costumbre.