Disponer del dinero público para un político irresponsable y además vanidoso, debe ser el máximo del placer; y como ambas calamidades se dan con suma frecuencia y si además se goza de la impunidad que en mayoría gozan; todo lo demás que ocurre es “lo normal” para estos irresponsables que como parásitos acaban con todo y a la vista está la situación que se padece de forma global y acentuada en otros países; entre los que se encuentra la muy hundida España.
Recordemos (por ejemplo) esa vanidad personificada en el nefasto y devastador Zapatero, cuando y como un inmenso “pavo real político”; se paseaba por el mundo, respaldado no por una economía que él hubiera generado con su gobierno, sino que era heredada por lo generado en los gobiernos de su antecesor (Aznar)… y en esos paseos iba repartiendo el dinero en cantidades de bochorno (recuerden sólo el famoso techo de una sede de la ONU en Suiza y los escándalos que ello provocó) y como si dispusiese de las minas de oro de todo el mundo, de los diamantes del otro medio y de la mitad de los pozos de petróleo terrestres o marítimos.
España (decía) tenía la mejor economía del mundo, la banca española podía ser maestra de otras muchas afamadas e internacionales; nuestra economía pasaba ya a la de Italia y pronto se igualaría a la francesa. Incluso llegó a decir que la economía alemana iba mal puesto que la canciller alemana… “era una fracasada”.
No hablemos de su faceta de “profeta iluminado” y de su “alianza de civilizaciones” (que también nos ha costado un dinero) y “el gran resultado de la misma”.
O sea, lo que decimos en España… faroles, faroles y más faroles; puesto que a la vista está; éste individuo ha sido un simple y fatal farolero que ha arruinado a un país y que seguro va a terminar por arruinar a su propio partido que lo dejará para el arrastre. No teniendo explicación el cómo no lo obligan desde el mismo a convocar elecciones y lo echan de inmediato, sustituyéndolo por quién sea.
Ha sido tan nefasto administrador de los bienes españoles que incluso el oro del tesoro nacional; lo malvendió en el 2007 al precio de 706 dólares la onza (vean como está hoy mismo) y con lo que España perdió miles de millones de euros; que algunos “buitres” que intuyo aconsejaron esa ruinosa operación, habrán recogido los despojos de la misma, puesto que en esas fechas ya la crisis apuntaba y se sabía que el valor oro subiría hasta la estratosfera que es hasta donde está llegando como valor seguro.
No hablemos de las concesiones internacionales de todo tipo y desde “la compra” de una silla para ir de comparsa con Sarkozy a ver al Presidente USA y hacerse la foto, hasta el subvencionar agrupaciones homosexuales en el extranjero o ir en avión con la familia, simplemente de compras a la ciudad de Londres. O sea como puede actuar cualquier individuo que manda en un territorio con total impunidad.
Viendo como actúa y actuó el jefe; los segundones, tercerones y toda la serie que van tras él, pues nada a seguir el mismo camino puesto que “paga el jefe”.
Lo último visto por todo el mundo (puesto que se ha lucido en todas las pantallas de televisión de todo el planeta y lo que le habrá producido “un placer inmenso”) ha sido el paseo que la “segunda de a bordo” (Dª María Teresa)… “nuestra primera política modelo nacional”, que ha ido a lucir su gran tipo y gran atuendo, nada menos que en ese infierno de dolor y miserias cual es hoy mismo Puerto Príncipe, en ese infernal país (o lo que ya sea) y que aún conocemos como Haití… allí y “cual blanca paloma”, salió del avión lujosamente ataviada, perfectamente peinada y maquillada (seguro que llevó consigo el equipo que diariamente la atiende en tan necesaria e imprescindible tramoya) y dio su discursito, ofreciendo “un dinero que nos sobra a los españoles” y en seguida al avión y de vuelta a casa; puesto que “la foto” ya había sido tomada y la propaganda también.
Curiosamente allí mismo se encontraba, nada menos que otra vicepresidenta (la más importante del mundo actual) la que vestida de trapillo (siempre la veo de igual atuendo; al igual que la premier alemana) hacía la labor que como tal requería su gobierno. Se trataba nada más que de Hillary Clinton vicepresidenta de EE.UU. cuya fuerza militar, es la que ha logrado controlar algo ese infierno antes mentado y el que si no lo militarizan, desaparece.