Ciencia

El papel de los bosques en la batalla contra el hambre

La idea de que el aumento en la producción de cultivos es la estrategia que probablemente ayude en mayor medida a la seguridad alimentaria mundial, podría en realidad resultar en invasiones de ecosistemas valiosos por parte de tierras de cultivo, tener un impacto desastroso en los bosques y podría no resolver los problemas de seguridad alimentaria y nutrición, aseguran investigadores.

Es esencial contar con mayor investigación para entender en su totalidad el impacto que tienen los bosques y los sistemas agrícolas basados en los árboles en las necesidades alimentarias y nutricionales de por lo menos mil millones de personas, cuyos medios de vida se ven directamente afectados por los bosques, dijeron científicos en un documento publicado con motivo de la Conferencia Internacional sobre Bosques para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, llevada a cabo por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) en Roma.

”Un aumento desenfrenado en la producción agrícola a medida que la población mundial crece, pone en riesgo las fuentes de alimentos nutritivos que se encuentran en los bosques”, advirtió Terry Sunderland, científico del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR), y uno de los autores de un documento sobre seguridad alimentaria, nutrición y el papel de los bosques.

”No se trata de la producción, se trata de equidad, distribución, poder adquisitivo y desperdicio de los alimentos”, dijo, citando un informe de Randy Stringer, profesor en la Universidad de Adelaide, quien logró notable repercusión cuando en el 2000 argumentó que el mundo produce suficientes alimentos para todos.

Los datos de las Naciones Unidas indican que la población mundial crecerá de siete mil millones a más de nueve mil millones para el 2050, aumentando las ya elevadas tasas de deforestación en las regiones tropicales y exacerbando las amenazas a la salud.

En 2012, las agencias de alimentos de las Naciones Unidas estimaron que por lo menos  870 millones de personas padecen de hambre – cifra comparada con años anteriores – y que más de dos mil millones  padecen deficiencia de micronutrientes o “hambre oculta”. Por lo menos 1.4 mil millones  de personas son obesas, tienen sobrepeso y muchas padecen de enfermedades relacionadas no transmisibles, como la diabetes y problemas cardíacos.

LOS ALIMENTOS EN LOS BOSQUES

Los alimentos de los bosques, incluyendo aves silvestres, roedores y animales más grandes, así como las hojas, tallos, frutos, setas y nueces, son una fuente de micronutrientes para muchas comunidades rurales.

La evidencia emergente en Africa, indica que las personas que viven en zonas con una cobertura importante de árboles, comen más frutos y verduras, de acuerdo con una investigación de CIFOR. Las comunidades también recurren a los bosques en tiempos de baja producción de los sistemas agrícolas, dijo Sunderland.

El consumo de alimentos del bosque ricos en hierro, como verduras y carne de animales silvestres, podría ayudar en la lucha contra la deficiencia de hierro que afecta a dos mil millones  de personas, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que podría perjudicar el crecimiento y desarrollo cognitivo, afectando negativamente el desempeño escolar y la productividad en el trabajo.

Muchos frutos y verduras que se obtienen en los bosques y barbechos son ricos en vitamina A y calcio, y contribuyen a contrarrestar la deficiencia de esta vitamina, lo que de acuerdo con la OMS es la causa de que un estimado de 250,000 a 500,000 niños queden ciegos cada año, falleciendo la mitad de ellos dentro de los 12 meses posteriores a la pérdida de la visión.

”Usando los sistemas naturales, aún las personas que viven en pobreza pueden tener una buena alimentación”, dijo Sunderland, citando un estudio reciente de investigadores de CIFOR que indica que los alimentos silvestres de una granja forestal en Tanzania contribuyeron a la alimentación local con 31 por ciento de vitamina A, 26 por ciento de hierro y 23 por ciento de calcio.

”Siempre suponemos que las personas pobres tienen una alimentación terrible, pero la realidad es que uno no necesita ser adinerado para tener una buena alimentación y un estilo de vida saludable”.

EXPANSION AGRICOLA

Un aumento de 100 a 110 por ciento en la demanda mundial de cultivos del 2005 al 2050 daría como resultado la conversión de alrededor de mil millones de hectáreas (2.5 mil millones de acres) de tierra para uso agrícola, según un informe del 2011.

Se especula que la mayor parte de esta expansión agrícola se dé a costa de los bosques y otras zonas forestales, debido en parte a una visión predominante de que se debería buscar el aumento en la producción de alimentos sin importar el costo para el ambiente. Este enfoque pasa por alto las fallas del sistema actual de suministro de alimentos, incluyendo el consumo excesivo, el desperdicio, la pérdida posterior a la cosecha y la distribución desigual.

”No existe la solución en blanco y negro”, dijo Sunderland.

”Tenemos varias herramientas que pueden contribuir a la seguridad alimentaria mundial – una de ellas es integrar los bosques y árboles en la agricultura. Los árboles y los bosques juegan un papel importante en el apoyo a la agricultura”.

Una mayor investigación ayudará a que los científicos tengan un mejor entendimiento de la forma en que los bosques pueden contribuir a un futuro con seguridad alimentaria, sensible a la nutrición, proyecto vital para minimizar las ventajas y desventajas que existen en la conservación de la biodiversidad y la agricultura sostenible, añadió.

El presente trabajo forma parte del  Programa de Investigación sobre Bosques, Arboles y Agroforestería del CGIAR

Para mayor información, escriba a: Terry SunderlandBronwen Powell

Julie Mollins

Fuente: blog.cifor.org

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.