Se hablaba de la soledad de Zapatero y de la «compañía» de Patxi López. Pero, como siempre, en política, se demuestra quién es el que manda y quién es el mandado.
Dicho ésto, las tornas cambian como de la noche al día y nos encontramos ante un apesadumbrado Patxi López (que ahora, además va a tener que lidiar con Madina el auténtico rebote en amplios sectores del PSE) y un cómodo Zapatero (que se garantiza un fin de Legislatura sin sobresaltos). Lógicamente a éste último (y con el fenómeno de «Pepiño» detrás), si no le mueve la silla ni Tomás Gómez, qué leches se la van a intentar mover los herederos del socialismo metalúrgico vasco y cuatro añadidos de postín.
Pero, las cosas deben dejarse bien claras. Si Patxi López residen en Ajuria Enea se debe al apoyo de un partido que votó a favor de la denominada Ley de Partidos (y que jamás ha condenado el terrorismo franquista) y, por ende, a que unos 150.000 vascos no pueden votar gracias a la Ley «Calzador» en la que no se les exige a unos lo que se le exige a otros. Así, con el PP sin condenar el terrorismo franquista y post-franquista, distíntas Falanges o partidos como Democracia Nacional, se nos presentan como defensores a ultranza de la democracia.
A los socialistas vascos les viene una detrás de otra. La percepción general es que a Patxi le han dejado con el culo al aire por mantener la poltrona de La Moncloa. El resto de discursos y valoraciones suenan a monserga. Y la cara de Patxi es la misma que la de Ares cuando se enteró del dictamen judicial relativo a los retratos de marras.
No hablo de tregiversaciones, simplemente, de percepciones: Un gol por toda la escuadra, con luz y taquígrafos. Ahora, lo único que espero es que Patxi (amén de lo que le ordene Basagoiti) sepa gestionar bien esto que terceros le han conseguido.
De lo de Urdaibai-2 no te voy ni a hablar ya que la misma fenómena de Urgell estará soñando con ello y con Josu Erkoreka toda la noche. La aportación económica para el estudio de viabilidad referente a la implementación del Guggengeim en Urdaibai, ya no sólo es un misil a la línea de flotación de la consejera, sino una desautorización en toda regla a la misma, a su Lehendakari y, en general, a los socialistas vascos.
Esto es así, y, ahora, que cada uno aguante su vela. Yo, personalmente, me estoy recreando sobre el particular y recalcando el «puenteo» y el significado de «cero a la izquierda» referente al actual inquilino de Ajuria Enea. Ya sólo le falta volver a salir en Vanity Fair, en el sillón, con el MP4 y sus cascos a volver a tragar saliba…
Entiendo perfectamente el rebote de amplios sectores del PSE y entiendo el juego de la política. Un partido perdido por goleada gracias a una hábil maniobra de «tenaza» del PNV, que ha logrado sus dos objetivos:
1.- Traer a Euzkadi una serie de competencias estatutarias que, sin duda, nos beneficiarán a todos independientemente de quién las gestiones durante casi dos años.
2.- Visualizar públicamente la «eficacia» y «competencia» de Patxi López, arrinconándole públicamente como gestor y dejando bien a las claras que, pudiéndo ser el quién podía haber negociado estas transferencias nada más acceder al cargo, pareció más empeñado en llevar a la práctica «otras» política identitarias como marcar el 25 de octubre (cumpleaños de Basagoiti) como Día del Estatuto incumplido, poner banderitas de España por todos los ricones, quitar ikurriñas de uniformes, potenciar el caduco y poco demandado Modelo «A»… y demás caprichos del citado cumpleañero.
En definitiva, una buena noticia para Ajuria Enea y una nefasta noticia para el, por ahora, su actual inquilino. Se siente…