Para los demócratas, los días de elecciones son una fiesta, una Fiesta en la que el poder popular entrega su representación a una serie de personas que deben gestionar los asuntos públicos y solucionar nuestros problemas.
Sí miramos los titulares de los diarios esta semana: La economía caerá este año 1,5% en el 2013 un 0,5% y se destruirá más empleo en ese año. La prima de riesgo sube hasta los 600 puntos (por si alguien no sabe lo que significa la prima de riesgo; es la confianza que ofrece nuestro país a los inversores de todo el mundo) y la bolsa cae un 3,6%. Después de tantos recortes resulta que caen los ingresos de las CCAA y se tendrán que financiar con créditos Bancarios (dineros de esos mismos Bancos que debemos rescatar y que cobraran mucho más de lo que paguen a la BCE). El Asesor de la Canciller alemana nos dice que el rescate no eliminara nuestros problemas…
A este punto, tendremos que dar razón a quienes decían en 2011 ¡Virgencita que me quede como estoy!
Peor de lo que estamos ¡Imposible! Todas las medidas que el Gobierno está tomando se quedan inoperantes al día siguiente, además de causar un mayor número de calamidades entre los pensionistas, parados y funcionaros ¿Por qué no hacen de una vez lo necesario para salir de la crisis? ¡crear empleo!
Nos han robado la alegría, la España de la Fiesta, de comer la paella entre amigos, el chiquito los domingos con la familia, se ha acabado, no hay dinero, la gente está triste y no sabe lo que pasará mañana, ahora nos quieren quitar la Navidad y los Reyes, al eliminar la paga extra de fin de año. Hemos entregado nuestro poder popular a quienes en vez de quitarnos los problemas, nos crean cada día más.