El Plan del PP no es el mío.
Ellos quieren consumir y yo no gastar. Ellos quieren vender y yo no comprar. Ellos quieren adueñarse del mundo y yo quiero un mundo libre. Ellos quieren tierras y yo quiero sueños.
El Partido Popular, acorde con no sé qué otros entornos del mundo mundial, quiere que los suyos ganen. Al cambio, sus votos, para seguir ganando.
Franco quiso ser Generalísimo, y para conseguirlo inventó una guerra fratricida y mantuvo la pena de muerte hasta el extremo de hacérsela firmar a su ministro del interior don Manuel Fraga, su ministro.
Después de Franco, digam0s que Suárez pasó a una política de pacto a lo corto y Felipe se avino a los pactos de la Moncloa y a disfrutar de los conocimientos y beneficios de una “incipiente” Europa. Felipe en el 1986, nos hizo europeos.
Aznar viró y propugnó navegar con el Reino Unido, Portugal y los EE.UU de América. Para que se notase, desde Las Azores declaró una guerra al Tigris y al Á‰ufrates. No es casualidad. Fue bombardear el inicio de la humanidad bíblica.
Después, el presidente Zapatero, cuyo saludo, al menos para mí, se resumía en un gesto de ceja, quiso ser contemporáneo con una organización en manos de juventudes socialistas y las políticas de la mujer dirigidas por una profesora de baile. Al final tuvo que ceder a decir, desde la tribuna de los representantes del Pueblo Español, me cueste lo que me cueste, yo soy un liberal capitalista. Era un 10 de mayo de 2010.
El PP comenzó a recibir consignas: “ZP es el paro”. Tal vez el tuit le fue regalado, pero le sacó un provecho electoral inmenso.
Y ahora ¿qué? Pues a decir que todo es herencia. En tanto, a lo nuestro. No hay Estado. El Gobierno está para derruir todo paliativo estatal: nada a los pobres, parados, escolares, científicos. Aquí todo es mercado.
El PP tiene un plan: hacer de España una lonja, como Europa.