Que lejos estamos de la realidad pensando que ahora porque Chávez insulta a todo el que le dé la gana somos independientes y soberanos. El que lo piense así, realmente es soberano, pero soberano bolsa.
Nunca, desde la Independencia, reconociéndose así el movimiento civil y no militar que fue verificado en Caracas el 19 de abril de 1810 constituyendo el movimiento definitivo y trascendental de la emancipación de Venezuela; nunca el país ha sido más dependiente y menos soberano que en estos doce años de retrogrado acontecer político.
Soberanía, en política, es el ejercicio de la autoridad soberana que reside en el pueblo y que se ejerce a través de los poderes públicos de acuerdo con su propia voluntad y sin la influencia de elementos extraños. En Venezuela no manda el pueblo, ni siquiera esa tropa de malvivientes de retorcidos ideales que le han servido en bandeja el país al narco comunismo internacional, convirtiendo nuestra tierra en guarida de terroristas de nivel internacional.
Las elecciones como ha sido sobradamente demostrado en este nefasto periodo, son solo momentos en el que el pueblo cree hacer uso de su derecho para enderezar los destinos del país, pero que gracias a la poca dignidad, honestidad y respeto de las instituciones públicas permeadas por la corrupción terminan siendo una burla.
Hace días en una conversación, se me decía que el pueblo está cansado de leer que Chávez y su chavismo son una basura, porque ya lo sabe y lo está sufriendo en carne propia y se me instaba a dar recomendaciones de cómo solucionar la situación del país.
Tamaña empresa la que me fuera sugerida, pero…
Por nuestra poca o básica educación noo hemos sido capaces de ponernos de acuerdo en los asuntos esenciales de la vida, convirtiéndonos en mercancía en manos de políticos y oportunistas.
Vivimos sin historia, esto lo he dicho antes, y no nos cansamos de repetir errores, creándonos modelos de pensamiento vacuos. Como resultado, una sociedad que aprendió a colocarse una máscara delante de su cara, para sobrevivir en un mundo enmascarado.
Mientras en Venezuela la Educación no sea el primer propósito de cualquier gobierno que logre traspasar este periodo de miseria y oprobio, Venezuela estará destinada al oscurantismo moral y cívico, jamás será libre, independiente y soberana.
Como dijera Pedro Luis Córdoba “por la ignorancia se desciende a la servidumbre; por la educación se asciende a la libertad”