Enfoques cooperativos; Hoy: El reto histórico de TECNICOOP a 22 años de su fundación
“El 1º de abril de 1992 se fundó TECNICOOP en razón a una necesidad claramente histórica: reivindicar los valores y principios cooperativos en la antesala de la nada” Roque Arguello
Cuando en el año 1992, concretamente el 1º de abril en la capital de la Provincia
del mismo nombre: Formosa, (Argentina)fundamos TECNICOOP, observamos tal y cual se nos presentaba la realidad política sobre las cooperativas comprendimos que era un tiempo de agresión hacia estas nobles entidades, sin embargo, no nos detuvimos, avanzamos.
Ello implicaba en los hechos concretos enfrentarse con soberbios impugnadores para poder ejercer libremente la profesión universitaria de “Técnico en cooperativismo”, lo que reveló el advenimiento de un tiempo signado por la agresión a todo lo que significara autonomía e independencia. La respuesta orgánica e histórica fue la fundación de TECNICOOP.
El reto histórico asumido por TECNICOOP en los planos educativo, gremial y político son hoy – 22 años – bien conocidos: reivindicar la tarea del profesional cooperativo, rescatar los auténticos valores y principios cooperativos y reclamar justicieramente un espacio en las políticas del Estado en su desempeño de desarrollo económico-social con equidad.
En este andar cooperativo uno de los aspectos fundamentales que nos quedó claro en tantos años de lucha, es el hecho de que sin lucha política no se logra una justa nación, y sin una justa nación no se logra un cooperativismo autónomo e independiente.
Las dificultades que enfrentan las organizaciones libres, como las cooperativas, mutuales y otras, provienen desde los poderes fácticos que influyen sobre los gobiernos y éstos toman decisiones que adversa a estas entidades y esas decisiones son de carácter político.
Por tanto, ya hemos definido con absoluta claridad que las cooperativas realizan acción política, política cooperativa.
El bloqueo hacia la labor educativa que desempeñamos, revelan la naturaleza retardataria que caracteriza la política que impulsan los sectores anti- cooperativos. Pero también revelan la ineficiencia de los organismos federativos burocratizados.
No son pues nuestras deficiencias (que las tenemos), nuestras dificultades, sino nuestras fortalezas, nuestro prestigio y presencia en lo local, nacional e internacional lo que molesta, por la excelencia de su ejemplo porque significa que es posible superar la mediocridad y el aislamiento; y en consecuencia se trata de acallar.
¿Pero qué sucede en la actual coyuntura económico-social a nivel nacional e internacional y sus consecuencias sobre el cooperativismo?
Sabemos, por estudio y experiencia que al noble sistema cooperativo y el provechoso andar de sus promotores nunca resultó fácil, menos en la actualidad signada por la tremenda crisis capitalista global y sus secuelas de mayor hambruna, desempleo, destrucción de la naturaleza y verdadero peligro de extinción de la especie humana.
Necesitamos, y de manera urgente, otro orden mundial que sea humano, equitativo, fraterno y cooperativo. Asimismo, y para coadyuvar a ese logro, el cooperativismo debe revisar su actual comportamiento y concluir que es menester asumir retos históricos de su origen: modificar la estructura económica-social del mundo.
Desde el momento fundacional de TECNICOOP asumimos posicionamientos políticos firmes e indoblegables en defensa de los intereses específicos del movimiento y del profesional cooperativo como parte de la construcción social y económica en pos de una “Patria que no tenga hijos desgraciados ni amos insaciados que usurpan sus bienes”, como nos enseña el poeta Carlos Miguel Giménez.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!