EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Mucho se está hablando estos días sobre el tan bochornoso como vergonzante asunto del sueldo y de los pluriempleos de los ex presidentes del Gobierno de España.
Para mi interés personal, todos tenemos derecho, como los “ex” a tener intereses personales, otra cosa es que esos intereses se materialicen en algo tangible, en este caso dinero, o no, por ese interés me he preocupado de informarme y me he puesto en contacto con la agencia del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y he preguntado, en mi calidad de jubilado y por tanto de pensionista, algo que jamás llegarán a alcanzar, me refiero a cobrar una pensión, mis hijos y los hijos de mi hijos, he preguntado, repito, que es lo que ocurriría con mi pensión si me saliese algún trabajo. A este respecto me han informado de que si se trata de un trabajo a jornada completa, mi pensión quedaría suspendida hasta tanto dejase el trabajo en cuestión, si el caso fuera el de que el trabajo se desarrollara a tiempo parcial o a media jornada se me descontaría de la pensión la parte proporcional. Inmediatamente me he acordado de los “ex” y he asumido eso que se dice de que todos somos iguales pero que hay algunos que son “más” iguales y de pronto lo he entendido todo y he recordado eso que siempre se ha dicho de que los de arriba a triunfar y los de abajo a “cascar”. De ahí lo de los 41 años de cotización y lo de los 37 años para optar al cien por cien de la pensión mientras esos que son “más” iguales cobran el cien por cien con solamente haber estado siete años como parlamentarios. Parlamentarios mudos ya que la mayoría de ellos no han abierto la boca, salvo para bostezar de aburrimiento, en todo el tiempo que han estado ocupando el escaño, únicamente han estado utilizando el dedo, algo que se hace mucho en política, para pulsar el botón a la hora de votar y los hay que hasta han llegado tarde a las votaciones.
Yo sinceramente no tengo muy claro que la democracia sirva para justificar estas desigualdades y sobre todo la falta de pudor, de vergÁ¼enza sería lo más apropiado, de algunos.