A la vista de cómo están evolucionado los acontecimientos, todo parece indicar que el fenómeno Podemos tendrá un recorrido bastante más limitado de lo que aparentaba en un principio.
Son varios los analistas políticos que se decantan por definirlo como una aventura, basada en un trasnochado populismo de escaso recorrido, alentado por un colectivo de iluminados con aspiraciones apologistas, sin ideología concreta ni pasado y con los bolsillos hueros de circulante.
Los principios de Podemos se circunscriben a recortes del comunismo adaptados a su propia conveniencia y con eslóganes publicitarios fácilmente entendibles por los ciudadanos de a pie, y todo ello ampliamente aderezado con insultos y descalificaciones contra lo que ellos, despectivamente, denominan como casta, pero sin aportar nada concreto ni constructivo.
Iglesias, Monedero y Errejón, como líderes más destacados de este nuevo partido, auténticos vendedores de humo y entelequias, se han propuesto arreglar el mundo a golpe de espectáculo, pamplinas y promesas en este país nuestro con un paro insufrible y masacrado por la galopante corrupción, encontrando un fértil terreno para que prospere su vacuo discurso, pero sin ofrecer método ni formula alguna medianamente creíble y realizable.
Tales predicadores, haciendo uso de una demagogia insufrible, una vez más acuden a criticar la manida figura del banquero opulento, inmensamente rico, tripudo y fumador de espléndidos vegueros, cuya misión y destino consiste en explotar a menesterosos y desheredados de la fortuna.
Pablo Manuel Iglesias, cuan Mesías del siglo XXI, alias “Coleta Hood”, se mueve siempre rodeado de sus apóstoles controlados por el cínico Errejon y Monedero, noble como una cobra, sorprendidos ya con el carrito de los helados por la comisión de posibles irregularidades en proceso de investigación.
Que el dirigente de Podemos rete a Rajoy con la convocatoria de elecciones anticipadas, no es más que una burda maniobra, cargada de oportunismo, sabedor de que tanto su show televisivo en la Sexta como los restantes recursos se le están agotando y en la mochila nada guarda con que sorprender al personal. Tiempo que PP y PSOE aprovecharan para descubrir nuevos y nada claros enjuagues del incipiente partido. La exigencia de explicaciones a Podemos ya parte de todas las restantes formaciones políticas. Las dudas sobre sus fuentes de financiación crecen en progresión geométrica y el silencio como contestación nunca ha sido la mejor solución sino todo lo contrario, hasta el grado de que el PSOE exija la expulsión del partido de Monedero.
Como última majadería de los incongruentes e incompetentes dirigentes de Podemos, ha aparecido en los medios el posible fichaje del infiel empleado del Banco HSBC, Hervé Falciani, a quien han encargado la elaboración de un informe de medios de actuación para combatir el fraude a Hacienda, con la pretensión de incluirlo en el programa del partido.
El presente año y dependiendo de lo que ocurra con el resultado de los procesos electorales a celebrar, municipales autonómicas y generales, resultará de vital importancia para el futuro de España. Nadie se atreve en estos momentos a aventurar un pronóstico, si bien, la constitución de un Gobierno sin mayoría suficiente para mantener la línea de progreso actual, podría acarrearnos problemas de inconmensurables consecuencias como los padecidos y casi olvidados de años anteriores…
Sobre la parcela de poder que pueda corresponderle a Podemos, no debe quitarnos el sueño ni intentar establecer paralelismos con lo ocurrido en Grecia porque todo parecido es mera coincidencia a nivel político, social y económico.
Con el paso del tiempo, el partido de Pablo Iglesias irá perdiendo posiciones en las encuestas como ya ha comenzado a ocurrir y se disolverá como un azucarillo. Los sondeos de opinión realizados, no guardarán una relación exacta con el resultado de las urnas como está más que demostrado, unido a que al tratarse de un partido de reciente creación, carece de medios humanos con preparación y formación suficiente para gobernar un país. Todo ello sin que a lo largo de los meses no continúen apareciendo presuntas financiaciones irregulares, etc. que en nada les beneficiaría. ¡¡Tiempo al tiempo!!