EL CRISOL
“La actitud de Beatriz Talegón, me pareció, y me sigue pareciendo, una conducta valiente y decidida por el riesgo que supone el hablarle claro a la cúpula de un partido, el que sea”.
Cuando escuché el discurso que Beatriz Talegón pronunció en el Consejo de la Internacional Socialista, celebrado hace unos días en Cascais (Portugal), lo primero que pensé fue: ¡Ya era hora que alguien se atreviera a denunciar el acomodamiento de la vieja guardia y de algunos no tan viejos! Este hecho que se produce en la mayoría de los partidos políticos y no solamente en los partidos socialistas como el PSOE, pero que cuando tiene lugar es mucho más preocupante cuando se centra en partidos de izquierdas, porque es la izquierda la que hace que una sociedad progrese. La derecha es conservadurismo puro que solo se preocupa de eso: de conservar y acaparar la riqueza para los que siempre la han disfrutado y para aquellos que pululan a su alrededor comiéndose las sobras, sin preocuparse de si el resto lo está pasando mal.
La actitud de Beatriz Talegón me pareció, y me sigue pareciendo, una conducta valiente y decidida por el riesgo que supone el hablarle claro a
la cúpula de un partido, el que sea. Esta posición puede, de hecho no es nada nuevo, acabar con las aspiraciones políticas de quien la adopta. Si maravillado me quedé cuando escuché a esta joven, sorprendido y confuso me encontré cuando he leído la réplica que le han dado sus ¿compañeros? de las Juventudes Socialistas, por un momento creí que los que tan duramente la atacaban eran miembros de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, pero no, eran compañeros ¿compañeros? de partido. Han centrado sus críticas, al igual que suele hacerlo habitualmente la derecha, en la descalificación y el ataque a la persona. Han dicho que Beatriz Talegón no está legitimada para criticar el que los miembros de la Internacional Socialista celebren sus reuniones y se hospeden en hoteles de cinco estrellas y lleguen a estos en coches de lujo con su correspondiente chófer y les haya responsabilizado en los problemas mundiales, porque según estos críticos con la muchacha, no con sus “vacas sagradas”, no se atreven, ella disfruta de un “gran salario” y de que viaja en business, sobre ambos ”cargos delictivos” la “acusada” ha respondido que gana 1.500 euros netos al mes y que jamás ha viajado en business. Hay que decir que es abogada y que ostenta el cargo de secretaria general de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas, cualquier empleado de Ferraz, sin moverse de detrás de su mesa seguro que gana más que ella. Para mí el hecho de que la joven dijera en ese “cónclave” de viejos socialistas que mientras estaban dentro de un hotel de cinco estrellas “ahí afuera hay gente que lo está pasando mal”, supone el que una persona que, según los “denunciantes”, gana un “gran salario”, defendiera, ya era hora, a los que no tienen nada, a esos que “ahí afuera lo están pasando mal”, por una vez que un “capitalista” de 1.500 euros al mes defiende a los pobres resulta que van e intentan crucificarlo.
Los “denunciantes”, para dar un detalle de su perfil “socialista”, han afirmado que ellos “hacen trabajo de calle, recogen firmas, hacen campañas, convocan protestas, están presentes en ámbitos educativos, sanitarios y sociales y en las campañas electorales se “manchan las manos con la cola de los carteles”, y lo hacen poniendo dinero de su bolsillo, sin una remuneración (alta) como la de Talegón” Por ello le piden que sea “congruente” con su discurso y dimita. Me gustaría que en este “curriculum” tan brillante hubieran hecho constar también que cuando es necesario tienen el valor suficiente para “subirse a los barbas” de sus “superiores” y cantarles las cuarenta, pero por lo visto esta “experiencia” no la tienen. Cuando Beatriz Talegón les dijo a los “notables” socialistas que se precisaba una escuela de nuevos políticos para el futuro, dijo la verdad. A estos “compañeros” que no saben que lo que reflejan en su curriculum no es socialismo, que lo que hacen no es trabajar para la sociedad, para los demás, con el fin de reducir las diferencias e injusticias sociales y que eso que ellos dicen que hacen, solo es trabajar para el partido, que está muy bien pero que en absoluto es la esencia del socialismo. El socialismo no es “pegar carteles”, el socialismo se concreta en mejorar la sociedad de forma constante. Entre lo que dijo Beatriz Talegón y lo que hacen sus ¿compañeros? detractores, me quedo con Beatriz. El socialismo es respeto a todos y particularmente a todo aquel que actúa de buena fe y muestra su solidaridad, ante quien sea y a costa de lo que sea. Chicos, habéis metido la pata. Os salva, un poco, el que hayáis reconocido que en lo dicho por Beatriz Talegón estáis “profundamente de acuerdo”, pero eso no basta, eso hay que apoyarlo y no descalificar al que lo dice. Hacen falta muchas y muchos militantes socialistas como esta muchacha. Sin duda alguna los postulados socialistas mejorarían mucho en beneficio de muchos ciudadanos.