Los políticos socialistas en general y los andaluces en particular, viven amargados al no haber asimilado las recientes derrotas electorales acumuladas. En algunos casos no han tenido más remedio que ingresar en el paro y formar parte de ese tremendo ejército en el que ya militan 5.350.000 personas, con el agravante de que, motivado por su falta de preparación y limitados conocimientos al haber dedicado toda su vida a la política y alcanzado cierta edad, jamás volverán a encontrar un puesto de trabajo de similares condiciones, comodidades, reconocimiento social (secretaria, visa, coche, etc.) y una remuneración más que aceptable. Es ahora cuando este colectivo de desesperados comienza a percibir con toda su crudeza, lo que significa ejercer de desempleado y ser considerado un “mindundi” cualquiera al que ya nadie le otorgará la más mínima consideración. En efecto, la pérdida de poder atormenta y desconcierta pero la política es así.
Con relación a las próximas elecciones andaluzas del 25-M, Rubalcaba se muestra más torpón en sus apariciones y cada vez repite con más frecuencia las mismas frases, muchas de las cuales solo merecen el tratamiento de vulgares “chascarrillos”. Abusa de la demagogia en exceso y la campaña electoral se ha convertido en un rosario de escándalos y descalificaciones con sus presuntos, imputados, detenidos y hasta encarcelados. Todo un apestoso muladar.
Si el PP gana por mayoría absoluta el 25-M tal como están vaticinando la mayoría de las encuestas, el PSOE se verá inmerso en una situación caótica al perder el último reducto de poder socialista. En cuando al presidente Griñan, sucesor digital del nefasto Manuel Chaves, sus parlamentos mitineros dan auténtica pena. Denotan a la legua la influencia de Rubalcaba y no convencen a nadie. Ante tal panorama y en caso de derrota, la militancia socialista abandonará el partido en manada. Actualmente, cuando ya se huele el descalabro, son muchos los funcionarios que hacen cola para “informar” sobre ciertos aspectos que no beneficiarán precisamente a algunos dirigentes del PSOE.
Ante tal escenario, Secretario General del PSOE (Rubalcaba) y Presidente de la Comunidad Andaluza (Griñan), con sus respectivas edades, tendrán que plantearse muy seriamente el abandonar la política. Para el primero, sería un golpe tan directo para su orgullo que difícilmente podría soportar e incluso se cuestionaría su continuidad como candidato a la presidencia del Gobierno en 2015. Cabe la posibilidad que le apliquen la misma medicina que al ya prácticamente olvidado Zapatero, es decir, ignorarlo y desprestigiarlo; un futuro terriblemente oscuro….
En cuanto a Griñan, tras las confesiones y encarcelamiento de su ex Director General de Empleo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía durante nueve años, todo ello sucedido en plena campaña, nadie medianamente inteligente podría tragarse las declaraciones de un presidente que dice ignorar las maniobras realizadas con los fondos por parte del presidiario Guerrero.
Sobre el “precalentamiento” que le están dedicando los sindicatos a la ya convocada huelga general para el 29-M, con el soterrado apoyo del PSOE, hacen prever una dura jornada cargada de violencia y vandalismo, con toda la parafernalia de la silicona, rotura de lunas, destrucción de mobiliario urbano, quema de vehículos, etc. Siliconeros y matones sindicales saldrán con la consigna de hacer Tololo posible para impedir que los trabajadores puedan acceder a sus empresas. Sin duda será un día muy duro para las fuerzas de seguridad, pero lo que no podrá permitirse es que el país quede paralizado por efecto de unos cuantos salvajes encapuchados. Los servicios mínimos deben cumplirse y comunicar tranquilidad y seguridad a la sociedad. De sobra sabemos que si la huelga fracasa, con un 20 ó 30% de seguimiento, las centrales sindicales difundirán que España quedó totalmente paralizada.
La convocatoria de la huelga general no ha sido una decisión de los trabajadores ni de los parados, que de sobra saben que nunca movimientos de este tipo crearon puestos de trabajo. Una vez más, los políticos, utilizando a los dirigentes sindicales, tratarán de movilizar a los trabajadores a favor de lograr sus objetivos que no es otro que la recuperación del poder perdido en las urnas. A su vez, los sindicatos, cómplices silenciosos con el PSOE durante estos años, también les conviene que los políticos defiendan sus postulados sobre la reforma laboral en el Congreso. El otorgar un mayor protagonismo a los convenios de empresa sobre los sectoriales, para los sindicatos supone una pérdida de protagonismo que no están dispuestos a ceder.
Si el día 25-M, el PSOE pierden el feudo andaluz, la respuesta de los sindicatos y militancia socialista, con respecto a la huelga puede modificarse, en el sentido de que, ante un nuevo desastre electoral de la izquierda desistan de apoyarla. Pero si el PSOE triunfa en los comicios andaluces, el día 29 saldrán a la calle embravecidos , interpretando que la victoria andaluza representa el comienzo de la reconquista y con ello, el regreso del socialismo al poder en España. De ilusión también se vive….¡¡Tiempo al tiempo!!