EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Ya parece que se va cumpliendo aquello que dijo Rajoy durante toda la campaña electoral. Recordará usted querido lector que Rajoy no cesaba de decir que si el PP ganaba las elecciones municipales y autonómicas ello supondría el comienzo de una nueva era. Prisa se han dado sus edecanes en hacer buenas sus palabras. El alcalde electo de Sevilla, el popular Juan Ignacio Zoido, aquel que dijo durante la campaña electoral que gobernaría para todos los sevillanos, ha manifestado que lo primero que hará será quitarle el nombre de Pilar Bardem, que lleva una calle sevillana. El motivo no es otro el de que según Zoido “Bardem no tiene más mérito que haber insultado a todo el mundo incluido el presidente del Gobierno José María Aznar”. O sea que la nueva era consiste en la venganza y la represalia. Aún hay quien dice que esta derecha no es la de siempre.
Pero a rey muerto rey puesto. Zoido ha declarado que le pondrá una calle a Antonio Burgos, periodista de ABC, un demócrata de toda la vida y que escribe en un periódico total y absolutamente independiente. Sobre todo esto seguro que habrá opiniones contrarias. Antonio Burgos es un periodista que jamás ha insultado a nadie, a nadie si no tenemos en cuenta, no el insulto sino la burla cruel y despiadada que hizo sobre dos niñas menores, me estoy refiriendo a aquello tan bajo, sucio, desagradable y de peor gusto que dijo sobre las dos hijas de Zapatero. Aquello, más que insultar a un presidente, era burlarse de sus hijas. Otra de sus “gracietas” fue la que dedicó a Carme Chacón cuando Zapatero nombró a esta ministra de Defensa, y escribió aquel juego de palabras en las que decía que “aceptamos Chacón como animal de compañía”. Todo un respetable personaje este Antonio Burgos, al que más que una simple calle deberían dar su nombre a una gran avenida. Esto demuestra el talante de la derecha, de esa derecha que no ha cambiado un ápice a pesar de que han transcurrido ya 36 años desde que murió su guía y mentor.
En el PP no se insulta a nadie por lo que se ve, lo que ocurre es que se dedican a llamar a la gente por su nombre y sobre todo mentando a sus madres. Veamos: El 29 de julio de 2008, el creador de aeropuertos sin aviones, el popular, popular lo mires por donde lo mires, Carlos Fabra, llamó “hijo de puta” al portavoz del grupo socialista Francisco Colomer. El 22 de mayo de 2009 la señora Salmones, a la que popularmente se la conoce, como “La salmones” dejó caer en el Congreso de los Diputados, refiriéndose a los socialistas: “¡Qué hijos de puta!”. El 30 de enero de 2010 la prensa informaba de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dijo refiriéndose, según los medios, a un consejero de Caja Madrid: “Hemos tenido suerte de quitar al hijo de puta”. El 2 de febrero de 2010 un edil del PP en un pleno de Torrejón llamó “hijo de puta” a otro de IU. El 2 de febrero de 2010 la prensa reproducía el alegato de Rajoy a este tipo de insulto y el líder de la derecha lo calificaba como “las pequeñas cosas de la vida”. No sé lo que hubiera dicho si se hubieran referido a su madre. No sé en qué medida insultó Pilar Bardem a José María Aznar, pero a lo mejor entraba dentro de eso que Rajoy define como “las pequeñas cosas de la vida”. Por tanto no veo el motivo por el cual el nuevo alcalde sevillano le va a quitar el nombre dedicado a la popular actriz.
Está claro, Rajoy ha cumplido su promesa. Hemos entrado en una nueva era y nos adentraremos más en ella si Rajoy gana en 2012. Entonces, más que era España será un erial para muchos.