Por José Yorg, el cooperario
Pasó la conmemoración del Día del Trabajador y como se dice en mi barrio “quedó el comentario no más”, es decir, sin gloria, pero con muchas penas en razón de la precariedad salarial que soportamos.
El verso de la crisis económica relega siempre la actualización salarial, tan conveniente siempre para el sector privilegiado y de tal modo se perpetúa la injusticia social.
Mediocres gobernantes, burócratas insolentes y políticos reciclables se afirman en el poder desvirtuando la esencia republicana y la democracia. Estamos cortos de dirigentes genuinos en todas las esferas de la vida social y económica.
Las cosas no siempre fueron así, les comento a los jóvenes, que ávidos de conocimientos preguntan cuando uno habla de estas cosas y otras yerbas vinculadas. Efectivamente, la historia mundial y latinoamericana en especial exhibe formidables dirigentes que concitaron la atención de pueblos enteros, quienes depositaron en ellos su esperanza de cambio, el General Juan Domingo Perón fue uno de ellos.
Lejos está de mí designio desarrollar un debate o polémica sobre este histórico personaje, puesto que lo que deseo resaltar es la obra inconclusa del pueblo en base a las célebres banderas: justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política que legó, precisamente, Perón.
¿Dónde quedaron esas celebres consignas? Hoy el pueblo trabajador argentino no está organizado estratégicamente en base a esas banderas.
Observemos los acontecimientos cotidianos que se desarrollan y sin esfuerzos y con mucha sinceridad concluiremos que, sin embargo, el pueblo trabajador alberga en su corazón estas consignas, los profanos que las vaciaron, claramente, no.
Leamos juntos lo que nos dice Héctor A. Flores en su artículo “El peronismo justicialista”, Instituto Superior de Conducción Política, 1999, y acreditemos con la realidad:
Las tres banderas del justicialismo
“Este nuevo sistema de pensamiento profundamente nacional, popular, humanista y cristiano, ofrecería a nuestro Pueblo tres banderas doctrinales que representaban, a su vez, aquella síntesis de lo social y lo nacional que encarnó el peronismo desde su nacimiento. En efecto las célebres banderas: justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política representan las reivindicaciones que signaron las primeras cuatro décadas del siglo XX en la Argentina, unidas por primera vez en un haz sintetizador. La Justicia Social orienta la solución de la problemática social derivada de la explotación del hombre por el hombre, pero fuera del esquema de la lucha de clases y del internacionalismo que planteaba el socialismo. La Independencia Económica y la Soberanía Política, son banderas que representan la reivindicación nacionalista frente a la dependencia que sufría nuestro país frente al imperialismo y que viabilizaban la Liberación Nacional reclamada, sin endiosamientos al Estado, como planteaba el fascismo, o a razas superiores como había pretendido el nazismo”.
El interés que me mueve en este asunto radica, a todas luces, en resaltar que el fomento del cooperativismo estuvo incluido dentro de estas tres banderas, puesto que Perón consideraba que “El Cooperativismo es un tipo de Organización popular que está en la médula del Justicialismo”, pues bien, esa concepción encuentra hoy déficit.
Mi oficio es el de educador cooperativista, en virtud a ello trato de sensibilizar a quienes tienen la potestad de otorgarme lo dable, legal, legítima y doctrinariamente: el derecho de enseñar.
Del análisis del discurso, de la legislación y de las decisiones adoptadas desde el Estado nacional y provincial argentino nos serviremos como parámetros para conocer la actitud hacia el cooperativismo y sus referentes en la actualidad, júzguese pues en base al pensamiento de Perón:
“El espíritu cooperativista, es el triunfo de la justicia social y de la conciencia social del campo argentino. Los pueblos que no tienen esa conciencia social, son fácil presa de los explotadores. Un explotador, por millonario que sea, no puede enfrentar a muchos millones de hombres sin capital, pero que unidos forman un capital que es, siempre, superior en forma material y moral al explotador”
“Las cooperativas representan un apoyo real y efectivo en la acción del Gobierno Peronista, y éste, en consecuencia, ha de fomentar el cooperativismo en la forma más decidida.”
“Nuestra lucha es una lucha simple. La humanidad hasta nuestros días, está formada por dos grandes núcleos: uno, el núcleo que trabaja, y otro, el que vive del que trabaja. Se hace cierto aquel viejo dicho criollo que dice: “el vivo vive del sonso y el sonso de su trabajo”.
“Lo que el Estado quiere, es evitar ese estado de cosas dentro del pueblo argentino. Para hacerlo, hay que hacer desaparecer a los intermediarios, a los intermediarios políticos, a los intermediarios sociales, a los intermediarios económicos. El día que eso haya desaparecido, el día que cada uno represente a su propia actividad, la conciencia social se habrá arraigado, el pueblo será más feliz y no habrá vivos que vivan de los sonsos que viven de su trabajo.”
¿Queda algo más que agregar? A mi modesto entender todo está develado.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!