Pudiéramos usar el término “Justicia social” como un indicador en una investigación para detectar cuánto equilibrio socio-económico existe en un país determinado, puesto que ello se funda en la instauración de las condiciones inexcusables para que se desarrolle armónicamente una determinada sociedad en atención a las igualitarias oportunidades económicas y sociales de sus población.
Desde ya subrayo que mi elección y preferencia es por el noble sistema cooperativo como articulador equitativo en la instauración de iguales oportunidades económicas y sociales para todos en una determinada sociedad.
¿Pero qué entendemos por “Justicia social”?
El sacerdote jesuita italiano Luigi Taparelli, acuñó el término a partir de su pensamiento plasmado en un libro denominado “Ensayo teórico del derecho natural apoyado en los hechos”, que data del año 1843.
Wikipedia(http://es.wikipedia.org/wiki/Justicia_social)nos ilustra convenientemente: “La justicia social remite directamente al derecho de los sectores más desfavorecidos de la sociedad, en especial a los trabajadores, y al goce de los derechos humanos sociales y económicos, conocidos como derechos de segunda generación, de los que ningún ser humano debería ser privado. Para graficar el concepto suele decirse que, mientras la justicia tradicional es ciega, la justicia social debe quitarse la venda para poder ver la realidad y compensar las desigualdades que en ella se producen. En el mismo sentido se ha dicho que mientras la llamada justicia «conmutativa» es la que corresponde entre iguales, la justicia «social» es la que corresponde entre desiguales”.
Entonces, deducimos sin esfuerzo que sin justicia social no existe humanidad, menos aún Patria, porque… “Patria es humanidad” como nos enseñó el poeta José Martí.
Pero existen sectores retardatarios que no aceptan ni aceptarán la justicia social, la equidad, el progreso, la concordia y la cooperación, y desde luego están en posición permanente de conspiración.
¿Quiénes son los que no quieren una Patria con justicia social?, ¡escuchemos al Karaí Guazú!:
“El Paraguay los conoce, y en cuanto pueda no abandonará su sistema, al menos mientras yo me halle al frente de su gobierno, aunque sea preciso empuñar la espada de la justicia para hacer respetar sus santos fines”.Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia.
También podemos abonar nuestra exposición con la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo- OIT- sobre la justicia social para una globalización equitativa en su nonagésima séptima reunión del 10 de junio de 2008
Permítaseme con indulgencia, afirmar que surge prudente y aconsejable-a mi modesto entender-copiar aquí lo escrito con anterioridad y ratificado aquí y ahora mismo lo que titulé: “El advenimiento de una sociedad con justicia social será una hazaña del cooperativismo”.
¿Por qué?
“Porque la contradicción entre crecimiento económico y la inexistencia de una justa distribución de la riqueza evidencia lo que podríamos denominar patología crónica y aguda a la vez del modelo político actual, sólo superable a partir de un mejoramiento de las instituciones democráticas que a su vez liberen nuevas y vigorosas fuerzas productivas cooperantes que faciliten, en definitiva, el advenimiento de una sociedad con justicia social, la cual será-sin dudas- una hazaña del cooperativismo,”
Concluimos afirmados que la Justicia social y el cooperativismo son parteras de la Patria soñada, de la Patria libre y soberana”.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!