Por Raúl RodrÃguez*
José Yorg, presidente de TECNICOOP, (cooperativa conformada por profesionales universitarios), opinó sobre el proceso Latinoamericano y en ese contexto la promoción del pensamiento del cooperativismo siglo XXI.
-¿Cual es su visión polÃtica del proceso actual Latinoamericano?
Asumo plenamente que estamos en un escenario diferente absolutamente de los procesos anteriores determinado por el mal llamado neoliberalismo que signó nuestras vidas en base al pensamiento único, de que no existÃa vida fuera del capitalismo y ese hecho concreto hizo mucho daño en las cabezas de la gente ya que abandonaron las utopÃas de un mejor mundo.
Actualmente nuestra doliente Latinoamérica exhibe otro escenario, más allá de que nos agrade o no, la realidad es que las utopÃas tienen nuevamente vigencia. Nosotros irrumpimos en el año 1992 y dijimos que el neoliberalismo es una tormenta que pasará y ya ven, la tormenta pasó, ahora tenemos que construir sobre la destrucción.
En América Latina se tiene que producir la segunda y definitiva liberación, creo que es éste un tema de profunda significación que merece ser debatido en el marco del bicentenario. Entonces me inclino a creer que los paÃses latinoamericanos deben deshacerse de sus estructuras caducas que impiden desarrollarse plenamente, a eso me refiero con realizar la segunda independencia.
-Usted es uno de los estudiosos y promotor del cooperativismo del siglo XXI, ¿qué razón le ha impulsado a ello?
Precisamente fue el estudio y la reflexión sobre la realidad de las cooperativas formoseñas en principio, y de la Argentina y latinoamericana después, las que me develaron que el cooperativismo, si bien no fue destruido por el neoliberalismo, sà fue demorado en su evolución, entumecido sus potencialidades interior como doctrina, inmovilizado como movimiento social, impidiendo asà su evolución basada en experiencias y teorÃas sistematizadas, acertadas a la realidad.
Estamos habilitados para afirmar que hay que impulsar, que hay que generar las condiciones para dar un salto de una etapa histórica cooperativa a otra porque el mundo cambió y el cooperativismo debe evolucionar para aportar desde su arsenal teórico y practico para superar tanta desigualdad social y económica.
Debemos tener el coraje y la audacia para dar el salto cualitativo, que de hecho se está produciendo entre una paralizante concepción cooperativa economicista y excluyente de lo renovador, por qué no decirlo de la desvirtuación doctrinaria, por ello creo que esa nueva concepción del cooperativismo que hemos determinado en llamar del siglo XXI tiene que ser transformador de la sociedad porque de otro modo no recuperará su primigenia misión, y ello debe ocurrir inexcusablemente en el presente siglo.
-TECNICOOP tuvo un proceso de modificación profesional de sus cuadros directivos al alcanzar titulación de grado universitario y que además incluyó una discusión interna, entonces, ¿hacia dónde va TECNICOOP?
Creemos que estamos atravesando una etapa de consolidación institucional de la que hemos planeado en los tiempos fundacionales de nuestra entidad. Ahora estamos en inmejorables condiciones de construir una etapa organizacional extraordinaria para el adelanto del cooperativismo en todas sus facetas, y es, en ese sentido, la universidad el ámbito natural para ello.
La discusión interna arrojó luces sobre nuestro rol en la Provincia de Formosa a partir de esas titulaciones que nos ubican, calificativamente, en condiciones de asumir cargos de relevancia en procesos de aplicación de polÃticas públicas que generen cambios de desarrollo.
-Últimamente ha dedicado sus escritos a referir aspectos históricos, económicos y polÃticos del Paraguay ¿por qué?
Este es un tema muy importante en mi vida porque mi raigambre guaranÃtica constituye un gran orgullo que asumo plenamente y desde esa posición, mi latinoamericanismo se incrementa entusiastamente. Yo creo que un militante del cooperativismo no debe tener fronteras en su sed de indagación de fuentes de conocimientos en cuanto a practica cooperativa se refiere, y Paraguay posee un historial fenomenal con su economÃa independiente llevada a cabo en la época del Dr. Gaspar RodrÃguez de Francia y de los López, por ello, yo no soy simplemente alguien que contempla la vida desde estrechos muros ficticios de fronteras.
-Todo lo que se ha alcanzado desde la ciencia y la tecnologÃa hasta ahora no ha construido un mundo mejor, ¿por qué cree que el cooperativismo hará semejante hazaña?
Pongo en primer lugar la incuestionable virtud de los atributos con que está envestido el método cooperativo, su fuerza doctrinal y sus principios capaces de guiar creativamente la construcción de ese necesario nuevo y mejor mundo. En segundo lugar, pero no menos importante, la inevitabilidad benéfica del advenimiento cooperativo porque si la humanidad no logra ese cambio, simplemente sucumbirá como especie en razón de la destrucción a la que nos conduce el capitalismo agotado, en verdad estamos ante el dilema de hierro, o transformamos cooperativamente el mundo, o de otro modo, la especie humana sucumbirá, y entonces el mundo seguirá girando, claro… sin nosotros.
*Raúl RodrÃguez es periodista del diario Opinión Ciudadana. Formosa-Argentina.
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