Crítica Periodística dialogó con el investigador y pedagogo cooperativista José Yorg los nuevos desafíos del cooperativismo en la actualidad. Desde Formosa (Argentina), Yorg se refirió al rol de la educación y del estado en el ámbito cooperativo que no está exento además de malas y por lo tanto perjudiciales administraciones. En el caso puntual de La Rioja el especialista no dejó de mencionar la labor de Alipio Paoletti.
A través de su intensa actividad educativa, gremial y política cooperativa, desde hace más de veinte años, José Yorg viene realizando una portentosa labor de promoción y divulgación académica y científica del Cooperativismo, plasmada en su condición de columnista y colaborador permanente en periódicos locales, regionales y extranjeros. Sobre la misma temática ha dictado numerosas conferencias en ámbitos nacionales e internacionales.
Como investigador social y miembro de la Red de Investigadores Latinoamericanos de Economía Social y Solidaria-RILESS, ¿Cómo analiza el desarrollo del cooperativismo en la región y particularmente en Argentina en la última década?
En primer lugar, ruego permítame agradecerle esta posibilidad que generosamente me brinda para expresarme en un medio tan importante como éste que llegará a muchos lectores y por tanto, con cariño y afecto extiendo un gran abrazo cooperativo.
La mirada que tengo desde el estudio y la indagación puesta sobre el cooperativismo de la región y tal como me requieres particularmente en Argentina, es que observo un fenómeno social altamente inquieto, despertándose de una larga somnolencia, buscando nuevas estrategias de avance, muy disímiles en su desenvolvimiento y experiencias, pero todos convencidos de que es menester romper moldes o esquemas que demoran un necesario desarrollo cooperativo, en verdad veo una gran movida positiva. Desde TECNICOOP, la cooperativa que integro, formamos parte de una corriente en pleno proceso de construcción del cooperativismo del Siglo XXI porque entendemos que Latinoamérica vive procesos políticos y económicos emancipadores, más allá de nuestros acuerdos o desacuerdos con la forma de ese proceso político, es una realidad y una oportunidad.
¿Cuál debiera ser el rol de la educación en el cooperativismo actual?
La educación y la capacitación cooperativa constituyen líneas estratégicas del Movimiento Cooperativo Universal desde sus inicios, reafirma nuestra identidad cooperativa, y aquellos que subestiman el rol de la educación, en realidad, sirven consciente o inconscientemente a desvirtuar la naturaleza de sus propias cooperativas, asimilándolas a empresas de expoliación. Hoy lo es, quizás, en mayor medida fundamental el rol de la educación por muchas razones que adversan a la cooperación, por cierto, como ser las secuelas de una terrible dictadura, y luego, la aplicación a rajatablas de políticas neoliberales, fueron sus efectos devastadores en la sociedad, pues impusieron la mentalidad mezquina, individualista, revertir esa situación nefasta, es tarea formidable, es una hazaña que la educación lo alcanzará, sin dudas.
En su libro “Cooperativas Siglo XXI”, el periodista Roberto Molina plantea la permanente problemática de que primero se crean las cooperativas y después los cooperativistas, esquema este que debe ser revertido, según el autor. ¿Qué opinión le merece este planteo?
A veces la realidad nos impone cuestiones que desbordan nuestras aspiraciones y la razonabilidad, creo que es este el caso, pero también creo que debemos actuar inteligente y creativamente sobre esa realidad para modificarla.
¿Cuáles son las causales del mal desempeño de los consejos de administración en una empresa cooperativa y cómo debiera encararse tal situación teniendo en cuenta el daño que esto provoca a las instituciones que representan?
Las causales son complejas porque vivimos en sociedades signadas por el pensamiento de la oferta y la demanda, no vivimos en sociedades cooperativas. Asimilar en tales condiciones nuevas actitudes, nuevas concepciones sobre una empresa peculiar cuya administración y gestión requiere eficacia y eficiencia organizativa, nacidas del consenso, con amplia participación democrática, su fortaleza empresaria es, precisamente, la democracia cooperativa, sin ello, es común observar que el individualismo genera intereses propios en perjuicio de todos. El activo y creciente protagonismo-no exento de esfuerzo y sacrificio-de los asociados por alcanzar una verdadera conciencia cooperativa es el camino a partir de estudios colectivos, debates respetuosos y teorizaciones sobre la propia experiencia como guías, sin dudas, es un largo y penoso proceso de construcción actitudinal cooperativa, pero a todas luces es el mejor y más sólido.
¿Cuál debiera ser la relación de las cooperativas con el estado?
Se sabe desde hace mucho tiempo que el Estado establece según su conformación ideológica e intereses tres tipos de relaciones, una de indiferencia, otra de ataque y otra de promoción. Desde el Movimiento Cooperativo históricamente se manifestó una actitud respetuosa y presta al dialogo. No siempre resulta fácil, pese a que a que ambos coinciden con sus objetivos en cuanto a generar mejor bienestar general. Creo que es todo un arte mantener buenas y constructivas relaciones, y esto es fácilmente comprobable en los hechos por las acciones y obras o no, que así lo reflejan según sea el caso. El efectivo cumplimiento de la Ley de educación nacional Nº 26206 que declara la obligatoriedad de la enseñanza del cooperativismo escolar en su artículo Nº 90, ayudaría mucho en verdad a una positiva relación, en especial por parte de los Estados provinciales.
¿Cómo deben formarse hoy quienes integran las cooperativas?
Existen para la formación de cuadros dirigenciales, medios y asociados en general una multiplicidad y acordados procesos educativos y de capacitación. TECNICOOP ha desarrollado criterios pedagógicos y didácticos altamente efectivos, tanto a nivel de cooperativas de adultos como en cooperativas escolares y universitarias, es un enfoque integral e integrador, con fuerte contenido doctrinario puesto que es lo que amalgama, como se sabe, “unidad de concepción, unidad de acción”, una mirada principista sobre la sociedad, la empresa y el hombre.
¿Cómo ve el cooperativismo y la responsabilidad social en el futuro de acuerdo a este contexto de crisis mundial?
Pienso y lo he dicho mucho en mis escritos, que el cooperativismo es el sistema o modelo económico-social que suplantará al actual modelo capitalista, por cierto, en decadencia. Europa arde y la respuesta es ajuste sobre ajuste al sufrimiento humano. La actual crisis nos pone encontrados, no ideológicamente, sino ante el dilema simple pero cruel: la supervivencia de la especie humana, por tanto, de la resolución de esta encrucijada, todo pende.
Por último, cuál es su relación y/o conocimiento sobre el movimiento cooperativista en la provincia de La Rioja
Me he sentido respetado y también dispensado con un afecto cálido en esta entrevista, y al agradecer esta distinción que me otorgan, debo, sin embargo, confesar, quizás con un toque de pudor, porque la verdad es que es muy reciente mi conocimiento sobre la experiencia cooperativa impulsada por Alipio Paoletti, y ello me pesa en verdad, tomé conocimiento de la mano de mi amiga riojana Fabiana Montivero Luna. Es una extraordinaria historia, una conmovedora historia mejor. Constituye en verdad un canto a la vida, es un ejemplo, es un paradigma de la obra de un hombre imbuido con los nobles valores y principios cooperativos que logró la conjunción de esfuerzos colectivos. ¡Dignos!
Para concluir con mis modestas conceptualizaciones, me atribuyo un privilegio, parafrasear a Tito Paoletti: “La vida no tiene sentido sin dignidad, sin justicia, sin libertad, sin amor… y vivir es luchar. Y luchar es soñar”.
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* Entrevista realizada por Alejandra Pérez para Crítica Periodística