Celos o sufrir por miedo a perder lo que creemos poseer
La envidia y los celos tienen un punto en común; ambos sentimientos son muy dañinos para uno mismo y para los demás
- Confundir romanticismo y celos es muy peligroso y, sin embargo, es muy propio de la juventud de hoy en día
- Los celos no solo existen en la pareja, también pueden aparecen en una relación de amistad, en el deporte o en el trabajo
- Las redes sociales se han convertido en una nueva herramienta para la imaginación de la persona celosa
¿Dónde está la diferencia entre los celos y la envidia?
¿Qué significa confundir amor y pasión con posesión? ¿Es bueno exteriorizar las inseguridades o las inferioridades? ¿Son los celos uno de los grandes detonantes de la destrucción de la pareja?
El prestigioso psicólogo Javier Urra da respuesta a todas estas preguntas formuladas por Merche Carneiro en su nuevo libro “CELEBRA Y COMPARTE LA VIDA. Una conversación con Merche Carneiro”.
Esta obra ofrece a sus lectores los consejos para saber compartir el viaje de la vida mediante experiencias para encontrarnos a nosotros mismos y dotar a nuestros días de sentido.
Los celos existen desde que hay humanidad pero, ¿nos dominan las pasiones?
El narcisismo, la posesión o el miedo a la ruptura suelen derivar en la aparición de los celos. Además, Javier Urra señala que “muchas personas creen que si de verdad quieres a alguien tienes que sufrir ese aguijón de los celos”.
La envidia y los celos tienen un punto en común; ambos sentimientos son muy dañinos para uno mismo y para los demás. El psicólogo destaca que la envidia se sufre por no alcanzar lo que se desea, mientras que los celos se sufren por miedo a perder lo que creemos poseer.
Aquellas personas que se muestran celosas de manera excesivamente agobiante van a provocar que la otra persona se sienta controlada, aumentando la desconfianza y el desequilibro en la pareja.
Javier Urra aconseja al lector que no viva de manera continuada con un verdadero celoso, pues la existencia se puede hacer terrible y auto limitativa.
Los celos, una conducta ancestral muy propia de la juventud
Confundir romanticismo y celos es muy peligroso y, sin embargo, es muy propio de la juventud de hoy en día. Los celos pueden crear ambiente de intranquilidad, gritos, o broncas sin sentido, debido a los “fantasmas, imaginaciones o sospechas originadas”.
Como dice el psicólogo, “el amor se puede dar, y aún compartir, pero no poseer.”
Señales equívocas que hacen sufrir
En la conversación, la periodista Merche Carneiro realiza a Urra una cuestión muy interesante sobre qué acontece cuando los celos roban la magia de la pareja.
El psicólogo destaca el sentimiento de ingratitud y de desgracia ante este caso y, además, señala que “normalmente el que es celoso no va a reconocer su culpa, por lo que acusará a la otra persona de jugar con sus sentimientos. Desde su propia debilidad el culpable se hace la víctima”.
Las redes sociales pueden provocar que una persona celosa lleve su imaginación más allá de la realidad o que confirme la verdad de la historia. Fotografías, momentos, encuentros o frases que se incluyen en nuestros perfiles de redes sociales deben estar muy medidos, ya que pueden inducir a errores o generar ciertas confusiones en la pareja. Por esto, Urra siempre incide en que hay que ser prudente y cauto a la hora de incluir información personal en perfiles de Internet.
Según el prologuista del libro, Juan Diego Guerrero, Javier Urra tiene el don de ponerse en el lugar del otro y explicar lo que ocurre a su alrededor haciendo que cada persona se sienta protagonista. La obra de Javier Urra y Merche Carneiro es una conversación cercana que provoca en el lector una sensación de bienestar. Todo lo que escribe se entiende a la perfección. “Celebra y Comparte la Vida” reproduce el diálogo entre una periodista y un psicólogo, donde se descubre entre otras cosas, por qué “perdonar es la posibilidad de dar una nueva vida”.