Los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH) son unos compuestos orgánicos que pueden ser muy contaminantes. Se encuentran, entre otros, en tierras ocupadas por industrias metalúrgicas o farmacéuticas y en aguas manchadas por el fuel de los barcos. El químico Dani Zuazagoitia ha propuesto unas técnicas sencillas para analizar el impacto de los PAHs en diversos medios, basándose en la microextracción en fase sólida sobre el espacio de cabeza (HS-SPME).
Ha desarrollado la metodología, la ha preparado para las circunstancias pertinentes y la ha aplicado a Gipuzkoa. Ha defendido la tesis en la UPV/EHU, bajo el título Fase solidoko mikroerauzketan oinarritutako metodoen garapena hidrokarburo aromatiko poliziklikoen determinaziorako. Aplikazioa eta ebaluazioa ingurumen laginetan (Desarrollo de SPMEs para la determinación de PAHs. Aplicación y evaluación en muestras ambientales).
Zuazagoitia ha publicado varios artículos gracias a su investigación. El más reciente es el de la revista estadounidense Soil & Sediment Contamination, titulado Evaluation of soil contamination by polycyclic aromatic hydrocarbons in Gipuzkoa (Northern Spain).
Extracción sin tocar la muestra
El procedimiento HS-SPME para el análisis de muestras es un método de cribado; estos análisis ofrecen una respuesta rápida (positivo/negativo) sin derrochar herramientas, tiempo o disolventes. En este procedimiento en concreto, se introduce una aguja a través de la tapa de la muestra. La aguja contiene una fibra que hay que sacar una vez introducida, para que a través del espacio de cabeza absorba la sustancia a analizar. Dicho espacio es el que se encuentra entre la muestra y la tapa, y de ahí solo se puede obtener información en el caso de compuestos volátiles como los PAHs. El proceder a la extracción desde el espacio de cabeza permite conservar la fibra en óptimas condiciones. Introduciéndola directamente en la muestra se podría estropear debido a las moléculas grandes, pero mediante el HS-SPME, se evitan las interferencias no volátiles y las moléculas grandes.
Después de la extracción se debe proceder a la deserción, para liberar los gases absorbidos por la fibra y así separar las sustancias. Zuazagoitia ha optado por la cromatografía de gases, con la cual se pueden separar los componentes con una destacada volatilidad a temperaturas inferiores a 350-400 grados. A continuación, se han cuantificado los componentes mediante un detector de ionización de llama (FID).
Optimización de tres procedimientos
Zuazagoitia ha desarrollado en su tesis métodos que, basándose en la HS-SPME, determinan de manera simultánea diferentes PAHs de peso molecular pequeño y mediano, considerando lo diverso de las condiciones que estos métodos deben cumplir en función de la matriz a analizar (agua, tierra, sedimentos…). Asimismo, debido a las numerosas variables que condicionan el proceso, se ha optado por el diseño experimental para optimizar la respuesta del método. Usando el programa Statistica®, no es necesario ensayar con cada variable para conocer sus variaciones de antemano.
Zuazagoitia afirma que, efectivamente, existen métodos rápidos, sencillos y factibles con las herramientas de cualquier laboratorio analítico. Otras características de estos métodos consisten en tener como objetivo una respuesta rápida (positivo/negativo) y en ser respetuosos con el medio ambiente, ya que no utilizan disolventes orgánicos. Los tres procedimientos optimizados en las tesis (agua, tierra y sedimentos) las cumplen.
En San Sebastián, Bergara y Pasaia
El investigador también se ha encargado de poner los métodos en práctica para estudiar la polución de aguas, tierras y sedimentos en Gipuzkoa. Según las muestras analizadas, las concentraciones de PAHs en los mares y ríos del territorio no son relevantes. Sin embargo, sí hay un alto nivel de contaminación en aguas lixiviadas, lo que significa que hay una gran concentración de PAHs en las tierras de las que provienen dichas aguas. En las muestras de tierra, Zuazagoitia ha detectado altos niveles de polución en dos zonas de San Sebastián: en Morlans, donde se situaba la antigua fábrica de gas de Amara; y en Oriamendi, en un almacén de maderas tratadas con creosota, una sustancia tóxica. En cuanto a sedimentos se refiere, se han encontrado PAHs en todos los lugares analizados y, especialmente, en Bergara (río Deba) y en Pasaia (río Oiartzun).
Fuente: UPV/EHU