Ádolos de barro… figuras nefastas
¿Recuerdan ustedes los grandes fastos, del pasado campeonato mundial de fútbol? ¿Recuerdan cómo le caía la baba y presumía el nefasto Zapatero de tales hazañas? ¿Recuerdan que incluso el rey presumió de ello en ese discurso anual que supongo muy pocos ven y menos escuchan? ¿Recuerdan las trifulcas para ir y venir a los partidos gastando lo que pudieron o no pudieron muchos aficionados? ¿Recuerdan que hasta los chinos hicieron banderas españolas para que los españolitos se envolvieran en ellas luciendo el orgullo nacional? ¿Recuerdan en fin… la gran parafernalia que se montó en una España ya en ruina económica y con el consentimiento de masas de obnubilados con aquello de “la roja” por no tener ni cojones para decir “la nacional de España? Pues bien; sepamos otras cosas, que esas sí que duelen, o deben doler a los que de verdad se sientan españoles. Veamos.
“Gracias a este triunfo la Federación Española de fútbol cobró 25 millones de euros pagados por la FIFA , de los cuales se comprometió a pagar 600.000 € a cada futbolista en concepto de prima. Tras pasearse por Madrid celebrando la victoria con muchas banderitas y alegría, debieron de pensar en el tema de los impuestos. Los futbolistas internacionales españoles se han acogido a la posibilidad que existe en el régimen fiscal de tributar en Sudáfrica las primas que van a cobrar por ganar el Mundial. Claro. La diferencia tiene su importancia. Si los miembros de la selección española hubieran declarado sus ingresos en España, como se espera de unos individuos que ondean la bandera rojigualda con tanto entusiasmo, habrían pagado un 43% de la prima. En cambio la retención que se aplica en Sudáfrica es del 21%. Hagamos números: 22 futbolistas a 600.000€ son 13.200.000 €. Si se les aplica la legislación vigente en España tendrían que haber aportado a las cuentas públicas 5.676.000€. Acogiéndose a la legislación sudafricana pagaran 2.772.000€. Con esos 5.676.000€ se podrían haber pagado la pensión durante a un mes a 7000 pensionistas. Mientras estamos en una crisis del copón estos futbolistas hacen patria aportando más de dos millones y medio a las arcas de la Hacienda de Sudáfrica, país que tanto ha hecho por ellos; y deja de aportar más de cinco millones y medio a la Hacienda Española. Unos patriotas. Eso sí; todo legal, por Dios”.
Lo que antecede se lo debo a un asiduo lector que me lo envía muy bien detallado, si bien yo lo he extractado para sacar el meollo, para mis lectores que no sepan estas argucias, o miserias humanas de quienes tanto dinero ya tienen.
Argucias que con todo lo que quieran decir a favor de estos miserables desaprensivos, no tienen perdón ni de Dios ni de los hombres; puesto que estos miserables llegan a la fama y a esos ingresos, amparados por España y sus contribuyentes, que en realidad somos los que pagamos el gasto general que permite el que estas figuras (“ídolos de barro”) lleguen a cobrar esas bochornosas cantidades que les pagan y que para mí son inexplicables por mucho que me lo expliquen.
Entonces… ¿Qué menos que devolver algo a las arcas públicas de ese país natal o anfitrión que les ha permitido obtener esos enormes ingresos? Sí, son unos miserables; unos pobres miserables dignos de todo el desprecio que puedan otorgarle los verdaderamente españoles.
Y no, no deben ser sólo estos; tenistas, ciclistas, esquiadores y cualquier otro tipo de estos “ídolos”, imagino que obra igual y con toda la cara dura del mundo mundial (de la que igualmente son campeones) mientras, cuando hacen declaraciones, con toda la hipocresía del mundo, dicen representar a “los colores nacionales”…¡¡Y una mierda!! Sólo se representan a ellos mismos y a su panza y su bolsillo.
Tomen nota, pues, esas masas de forófos y sigan adorando y encumbrando a quienes a la vista está cómo devuelven los favores que esas masas les facilitan. Y entiendan ahora, de el por qué, yo cuando me refiero a estos fenómenos, digo que no son deporte ni muchísimo menos; son negocios enormes y que por intereses múltiples hay que mantener… precisamente por el negocio y para entretener a las masas.
Pero las masas igual se mantendrían, si de verdad se practicara el deporte-deporte y sus representantes fuesen de verdad, locales, provinciales, regionales y nacionales… y el resto que se quedara en sus tierras nativas, sean estas nacionales o internacionales; entonces entiendo que sí, el deporte sería representativo.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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