Fue el miércoles día 5 de Mayo cuando el Presidente de nuestro Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el Jefe de la oposición, Mariano Rajoy, se citaban en la Moncloa con el fin de mantener su primera reunión oficial después de un año y medio en el que la crisis de nuestro país ha ido creciendo de forma inminente.
Prácticamente todo el mundo centraba sus esperanzas en que ambos llegaran a un acuerdo sobre cómo afrontar de manera adecuada la penosa economía que envuelve a España desde hace un tiempo pero, tras un cordial saludo al pié de los escalones de la Moncloa, las resoluciones fueron escasas y, por qué no decirlo, más que predecibles.
Para comenzar, el Jefe de la oposición ofreció su respaldo al Gobierno ante el plan de rescate de Grecia, fue para muchos esta actuación considerada como un sistema de realizar campaña fácil ante las prontas elecciones del 2012, un amplio grupo sigue viendo en Mariano Rajoy la figura del eterno cabeza de partido únicamente preocupado por ser el líder en la inminente campaña. Por otro podría señalarse que el apoyo del partido derechista ante la crisis del país heleno se vería evidente dado que prácticamente la totalidad de la Unión Europea mantiene en sus tareas gubernamentales el sostener al Estado que se encuentra en banca rota.
Otro de los puntos de cohesión de ambos Jefes ha sido la necesidad de acelerar el proceso de reestructuración de las cajas de ahorro y la reforma de su legislación. El Presidente José Luis Rodríguez Zapatero no aguardó para poder evidenciar al país la importancia ante el respaldo de las cajas pues observó que la economía del país depende en gran medida de la situación de éstas que harán fluir tanto los créditos como el empleo. Dicho punto ha sido discutido por numerosos medios que han observado la actitud del Presidente Ejecutivo como un aplauso a su legislatura mientras el quid de la crisis continúa aumentando el paro y dando lugar al cierre de cientos de negocios en todo el territorio español.
Tras la reunión de ambos, que se celebró a puerta cerrada a causa de la percepción social de sus desencuentros sobre políticas anticrisis, el Presidente Zapatero adjetivó el encuentro como “útil”, para sorpresa de muchos Mariano Rajoy hizo lo contrario. Una de las conclusiones que más ha dado que hablar tras la rueda de prensa del Jefe de la oposición ha sido la observación que ha realizado sobre nuestro país en comparación con Grecia, “España no es Grecia, pero…”. Rajoy dejó entrever de este modo que la recesión económica del Estado nos podría llevar a una situación similar a la del país vecino, mientras al mismo tiempo el Presidente Zapatero observa en los últimos datos del mes que la archi-famosa crisis está comenzado a quedarse atrás.
Economistas y profesionales de la materia ofrecen su punto de vista, ya no sólo ante la carencia de resultados de la visita de Rajoy a la Moncloa sino también sobre ese “crecimiento” fantasma del que llega a hablar el Jefe del Gobierno. Y es que a pesar de que las reseñas numéricas dejan ver que el gasto y los ingresos públicos y privados han aumentado levemente el último mes de Abril son la mayoría los que achacan estas positivas cifras a un temor generalizado de la población ante el futuro que se avecina y al aprovechamiento ante las ayudas que actualmente ofrece el Estado. Para muchos el auténtico choque contra la crisis está por llegar en el momento en el que el Gobierno no pueda contar con más fondos del presupuesto público anual para labores de ayuda y cada ciudadano deba valerse de sus propios bienes.
¿Será Grecia el modelo a seguir?, y lo que es más importante, ¿sería esta la entrada de España en una banca rota histórica?.