Hay momentos en que debemos escapar de la rutina diaria y dedicar un tiempo a la reflexión. En estos últimos días he destinado parte de mi tiempo a pensar sobre algunas de las noticias que nos han proporcionado los distintos medios de comunicación y que algunas de ellas son merecedoras de nuestra atención.
Una de estas noticias nos daba cuenta de que el Gabinete de Mariano Rajoy está siendo el más duradero de la etapa democrática al no haberse efectuado cambio o renovación alguna. Uno piensa sobre esto y llega a la conclusión de que hay enfermedades que tardan mucho tiempo en desaparecer y que la enfermedad que padecemos, Rajoy y sus ministros, está siendo una larga y penosa enfermedad.
Foto: oseilloSe ha hablado mucho, en los días anteriores al sorteo de la Lotería Nacional del pasado 22 de diciembre, la del “Gordo”, sobre ese 20% con que se grava a todos aquellos que obtengan un premio superior a 2.500 euros y que Hacienda, Montoro, iba a recaudar por ello unos cuantos cientos de millones de euros. Está claro que este Gobierno por quedarse se queda hasta con la suerte y la alegría de aquellos que resulten agraciados con un premio “gordo” imponiéndoles una “sanción” del 20%. Desconozco si se le ha aplicado a este gravamen concepto o nombre alguno, pero yo creo que le iría muy bien si se le llamara el “Impuesto sobre la suerte”. Hay que reconocer que a este Gobierno no le falta imaginación a la hora de disponer nuevas medidas recaudatorias.
Mucho se está hablando sobre el proyecto de ley de reforma de la Ley del Aborto que más que reformar lo que hace es derogar a la hasta hoy existente. Dice Gallardón, aquel al que todos veíamos como el único “progre” de la derecha, que bien nos engañó el “payo”, que su proyecto de ley no es retrógrado que es la mima ley que se promulgó en los tiempos de Felipe González, pero claro en los tiempos de Felipe González, no había nada que permitiera el que la mujer pudiera decidir libremente por tanto era una ley progresista, pero susceptible de ser ampliada, ampliación que se llevó a cabo durante el Gobierno de Zapatero y que Gallardón piensa borrarla del mapa legislativo, por tanto está claro que la ley del falso “progre” supone un enorme retroceso. Pensando sobre el aborto me viene a la mente esa muletilla que usan los “defensores de la vida” que dicen que a la izquierda no le importan los no nacidos lo cual no es cierto. Le importan todos, pero la voluntad y el deseo de la mujer es el que debe prevalecer, porque es ella y únicamente ella la que sabe si las circunstancias le permiten o no esa maternidad. En cambio a los “defensores de la vida” no le importan los ya nacidos porque ¿qué hace este Gobierno para que no haya en España tantos niños en el umbral de la pobreza e inmersos en la pobreza misma sufriendo el hambre y la desnutrición y estos “amantes de la vida” no hacen nada por evitarlo?
En 1978 desapareció del Código Penal Español el adulterio. La “moral” y la religión solo criminalizaban a la mujer por razón de género reflejo de la predominancia del varón (ideas masculinas machistas, afortunadamente ya superadas en occidente). Hace por tanto 33 años que desapareció este “castigo divino”, pero si tenemos en cuenta que la Ley del Aborto ha durado 28 años, es posible que la penalización del adulterio que iba contra la mujer y no contra el hombre, pueda retornar. Con este ministro de Justicia que se ha convertido en líder de los reaccionarios, no sería extraño que esto se produjera.
Acabo con mi pensamiento dedicado a algunas de las frases que el Rey pronunció en su discurso navideño. Si en el del año 2012 nos sorprendió a todos con aquella célebre frase de: “La justicia es igual para todos”, las pronunciadas en este 2013 no le han ido a la zaga. Refiriéndose a la crisis el Rey dijo: “La crisis empezará a resolverse cuando los parados tengan oportunidad de trabajar”. La obviedad del contenido de esta frase, es más que sorprendente. Algunos ciudadanos han tachado de burla a los parados estas palabras del monarca, yo más bien pienso que han sido fruto del desconocimiento de la realidad. Otras palabras pronunciadas por Juan Carlos I fueron aquellas en las que dirigiéndose a los pensionistas dijo: “Estáis siendo el soporte de muchas economías familiares”. Palabras obvias también pero que vienen a poner de manifiesto la situación de ruina, por todos conocida, que sufren millones de familias españolas y toda España en su conjunto. Porque… ¿qué país es este donde los pensionistas, los “asalariados” con el más bajo nivel de ingresos, son los que tienen que mantener la economía de una familia? Es un país sin futuro. No quiero seguir pensando y mucho menos reflexionando. ¿Para qué?