Sociopolítica

Esperanza y Rita, amigas en lo bueno y en lo malo

  • Esperanza Aguirre y Rita Barberá han sido salpicadas por actos de corrupción en la Comunidad de Madrid y en la Alcaldía de Valencia, respectivamente.
Rita Barberá

Foto: wikimedia.org

Pero, de momento, solo están cayendo en manos de la Justicia española sus subalternos; es decir, los que firmaron los contratos y recibieron presuntamente las comisiones de entre 3% y 8% por cada obra pública.

Para evitar cualquier implicación en estos hechos corruptos, da la impresión de que ellas dos están haciendo movimientos estratégicos para no ser ‘contaminadas’ por la putrefacción corrupta de estos funcionarios tanto de Valencia como de Madrid. La táctica es sencilla pero eficaz: Rita Barberá habría sido colocada como senadora y por ende está aforada, que equivale a decir que nunca pisará un Juzgado a menos que el Tribunal Supremo se lo solicite. Por el lado de doña Esperanza, hace unos días renunció a la presidencia del Partido Popular de la Comunidad de Madrid. Sin duda,  suponemos, por las presiones que le deben de estar viniendo de Génova. Y más aún con un presidente en funciones que tiene abiertos muchos frentes producto de la corrupción de su partido.

Es increíble como los populares aun estando «imputados», perdón, investigados por recibir financiación ilegal para sus campañas electorales (y para construir parte del edificio de su sede madrileña) sigan en carrera para la investidura de Gobierno.

Esto en cualquier país medianamente civilizado significaría la dimisión de toda la cúpula directiva. Pero estamos en España, donde la palabra «dimisión» pasa desapercibida como síntoma de que no forma parte de nuestra cultura hispánica.

Esperanza Aguirre

Foto: wikimedia.org

Así, con todo, Esperanza y Rita, de momento están evadiendo el cerco mediático al que están siendo sometidas. No olvidemos que la prensa en España es como es; es decir, que cuando ponen el ojo en un político no lo dejan hasta que termine entre rejas. A este respecto, desde luego, tienen que ver las redes sociales y el boca a boca de los ciudadanos que son testigos y difusores de estos actos de corrupción. De este modo, esta maraña de información genera un ambiente maloliente donde se buscan culpables a toda costa.

Si hacemos un repaso, empezando por doña Esperanza, veremos que todo empezó a ser más notorio con la trama Púnica encabezada por su ex mano derecha Francisco Granados, hoy detenido por presuntos actos de corrupción. Aquí es donde el público recuerda aquel adjetivo con el que se le venía conociendo a doña Esperanza, ‘la cazatalentos’.

Sin embargo, ella, en su defensa, ha dicho que de 500 funcionarios promovidos por su buen hacer «solo dos le han salido rana«. Bueno, dos de quinientos no está nada mal, se dirá el ingenuo lector, pero no, la gente ya no se cree este tipo de argumentación. Desde el «y tú más», frase típica de los políticos en estos últimos años la gente, los ciudadanos, ya no se creen este tipo de argumentaciones. Esto se debe al descrédito de la clase política al ver desfilar a los presuntos corruptos en los telediarios. Asimismo, a todo este ambiente enrarecido por la corrupción se le suma la antipatía que generan doña Esperanza y doña Rita. Es que son los gestos, las palabras, las miradas y las frases dichas o hechas por estos personajes políticos que aumentan esa imagen nefasta de impunidad.

El psicólogo suizo, Carl Jung, hablaba del inconsciente colectivo, que no es otra cosa que una idea compartida por un grupo humano. En este caso es el engaño, la idea de se están quedando con nosotros. Si recordamos aquello de «Hacienda somos todos» o, peor aún, la de «Todos los españoles somos iguales ante la ley» veremos que lo que nos cuentan no se ajusta a la realidad. Ni una ni otra frase se ajustan a la realidad. Esto el ciudadano de a pie lo percibe independientemente de su nivel cultural, porque no hace falta ser demasiado culto para darse cuenta de cuándo te están tomando el pelo.

Otra consecuencia de este ambiente enrarecido de corrupción es el hartazgo. La gente está asqueada de hablar de corrupción, de maletines con millones de euros en la casa de los suegros, de saltitos al mar desde los yates lujosos, de las preferentes, de los implantes de pelos en Turquía, de los comisionistas en el Congreso de los Diputados, de la GÁ¼rtel, de la Púnica, de IMELSA y de todos estos entramados presuntamente corruptos que vienen asolando España como hordas bárbaras en lo que creíamos que era un país civilizado.

Se viene diciendo que al Partido Popular le vendría bien pasar a la oposición y que airee un poco su casa porque así no se puede gobernar un país. ¿Cómo se puede luchar contra la corrupción desde la corrupción? No se puede, es imposible. Lo que sí puede hacer es facilitar y promover el diálogo democrático en favor del bien común de los españoles facilitando la investidura de un nuevo Presidente de Gobierno.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.