El impacto medioambiental de la Unión Europea (UE) es insostenible, según el estudio que acaba de publicar la ONG Ecologistas en Acción.
La Confederación de Ecologistas en Acción ha elaborado un informe sobre la política ambiental de la UE.
La conclusión principal del informe es que la UE es estructuralmente insostenible. Algunos de los indicadores que señalan esto son:
Huella ecológica: La huella ecológica mide la cantidad de territorio que requiere mantener el consumo de la población europea. En promedio, un europeo utiliza 4’7 hectáreas, mientras la biocapacidad del territorio es de sólo 2’2 hectáreas por habitante.
Requerimiento Total de Materiales: Es la cantidad total de materia que necesita la economía de la Unión Europea para su funcionamiento. Este indicador ha crecido paulatinamente hasta alcanzar un promedio de 514 toneladas por habitante y año. Además se puede apreciar como la mayoría de esas 514 toneladas son de origen no renovable (88%) y el porcentaje importando crece cada año hasta alcanzar el 39%. Esto hace que los impactos ambientales sean cada vez mayores.
Normativa ambiental: Al analizar la normativa, la organización ecologista ha detectado un alto grado de incumplimiento por la tendencia general hacia unos objetivos orientativos y voluntarios, así como plazos laxos de cumplimiento. En cualquier caso, Ecologistas en Acción también ha podido constatar cómo la normativa ambiental de la Unión es una de las más avanzadas del mundo.
Política presupuestaria: Comparando los presupuestos destinados a la defensa del entorno y a su destrucción, el balance es muy negativo.
Ecologistas en Acción destaca también que la UE está inmersa en un plan de construcción de más autovías y líneas de alta velocidad (el TEN-T), cuando el transporte ya es el responsable del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera (el 80% de las mismas se deben a la carretera).
La UE la responsable del 24% de los gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera. Europa no va por el camino de cumplir el Protocolo de Kioto y acaba de poner en marcha un plan de lucha contra el cambio climático insuficiente.
En el plano urbanístico, el suelo explotado ha aumentado en los últimos 10 años un 20%, mientras la población sólo lo ha hecho en un 6%.
La Política Agraria Común de la UE arroja un sobreuso de pesticidas, abonos sintéticos, agua y preocupantes subvenciones en la gran producción para la exportación. En cambio, la agricultura ecológica supone sólo menos del 4% de la que se practica en la UE, aunque crece el porcentaje.
En lo que atañe a la biodiversidad, en la actualidad existen más de 700 especies en peligro de extinción en Europa y la propia Comisión Europea reconoce que los esfuerzos de la Unión son insuficientes.
Por último, la producción de basura ha aumentado un 14% en los últimos años. También se ha incrementado de forma muy importante la producción de sustancias tóxicas, sin que normativas como el REACH estén consiguiendo parar esta tendencia.
POR ECOLOGISTAS EN ACCIÁN.