Continuamente escuchamos conversaciones en las que ciudadanos y ciudadanas dicen: «Todos los políticos son iguales y todos los Partidos hacen las mismas cosas».
Sí reflexionamos un poco, podremos darnos cuenta que semejante apreciación popular no tiene nada que ver con la realidad, por múltiples ejemplos que vemos cada día. Ministros, subsecretarios y altos cargos del PSOE fueron a la cárcel en 2003. El caso Naseiro fue archivado, al anular las escuchas donde sus actores se contaban toda clase de fechorías. En estos momentos el TSJ rebaja la pena al ex presidente Balear para que no entre en prisión por malversación de fondos públicos…
Estas menudencias se diluyen al observar como en ciudades y comunidades ‘populares’ mantenemos al frente de un ayuntamiento o como diputados/as personas imputadas por prevaricación, mientras que alcaldes y diputados ‘progresistas’ son obligados inmediatamente a dimitir, en lo que se llama ‘ética política’.
El culmen de una ‘buena gestión’ se da en el siguiente caso: en estos momentos, casi 2 millones de niños españoles no tienen un mendrugo de pan para desayunar, pero la Ministra de Sanidad firma una campaña contra la obesidad infantil… Además, ¿cómo están los servicios de urgencias?
Una pequeña empresa familiar con una facturación de 30.000 euros paga de impuestos un 25%; una multinacional que factura 47.000 millones paga de impuestos un 4%…
Los pensionistas que ganan 600 euros tienen un copago del 10%…
Bueno y qué más voy a decir, si ya lo sabemos todo, y por eso estamos cada día manifestándonos…
Los viejos marineros suelen decir que «las gaviotas son los carroñeros del mar, no tienen escrúpulos en comerse los despojos de los muertos«. ¡Esa es la diferencia!